La actualizada política de pensiones en Francia, que aumenta la edad de jubilación de 62 a 64 años, y el incremento en 2027 del período de cotización de 42 a 43 años para cobrar una pensión completa, ha desatado una serie de protestas en el país europeo.

Los sindicatos han convocado marchas para demostrar su insatisfacción con la reforma planteada por Emmanuel Macron, aunque la asistencia ha disminuido en plenas vacaciones escolares de invierno, por lo que se han anunciado nuevas agrupaciones en marzo.

“Habrá una gran jornada el 7 y una iniciativa especial el 8 con motivo del Día Internacional de la Mujer”, indicó a la AFP Yvan Ricordeau, secretario nacional del sindicato CFDT, dos días antes de nuevas marchas que se anuncian masivas.

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Tan solo el 31 de enero movilizaron entre 1,27 y 2,8 millones de personas, en la mayor protesta contra una reforma social en tres décadas.

Pese al rechazo popular, el gobierno ha rechazado dar marcha atrás a su reforma y escogió un polémico procedimiento parlamentario que le permite aplicarla a finales de marzo, aunque las dos cámaras del Parlamento no se hayan pronunciado para entonces. (I)