Con cuarenta años dedicado a la medicina y dos al mando de la Vicepresidencia, Alfredo Borrero reflexiona sobre su rol en el Gobierno y su relación con el presidente Guillermo Lasso, con quien empezó a colaborar hace doce años, cuando el actual gobernante empezaba a incursionar en la política con el propósito de alcanzar la primera magistratura.

En entrevista con EL UNIVERSO, Borrero reitera su lealtad inquebrantable a Lasso y habla de un movimiento conspirador en la Asamblea Nacional para apoderarse de la presidencia.

En otros temas, el vicepresidente anunció que hasta finalizar funciones el abastecimiento de insumos y medicamentos en hospitales alcanzará el nivel óptimo.

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Algunos analistas consideran que usted no es una figura política relevante dentro del Gobierno, que no ha tenido mayor protagonismo. ¿Qué opina sobre estos comentarios?

Soy absolutamente respetuoso del contrapunto; es decir, me gusta cuando la gente opina diferente y le da la oportunidad a uno a demostrar lo contrario. La Constitución dice muy claro, el vicepresidente solamente cumplirá las funciones de reemplazo al presidente, en ausencia temporal o definitiva, y cumplirá las funciones que el presidente le asigne. Bajo este esquema, el presiente mediante dos decretos asignó las funciones de coordinar el tema de salud y luego conformar y presidir los gabinetes sectoriales de salud, que son solamente desde el mes de julio del año pasado. Con esto podemos hablar de qué hemos hecho. Mucha gente dice: “pero es que no sabemos lo que ha hecho, el vicepresidente no cuenta lo que hace, porque no es político”. Yo no concuerdo con eso porque, como decía este filósofo griego, todos somos políticos. Mi carrera no ha sido la política, mi carrera ha sido el servicio a los demás, a través de la enseñanza, del servicio como a los pacientes, a través de la dirección de hospitales. A veces uno hace las cosas sin esperar recompensa y esa es la parte que los políticos no entienden.

¿Usted se considera un político como tal o un médico que tuvo la oportunidad de incursionar en la política?

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La política es la ciencia, como lo definen los politólogos, fundamentalmente del servicio a los demás. La medicina es muy parecida a la política. Pero si la política es para servirse uno, es muy alejada de la medicina, porque nosotros (los médicos) nuestro norte están los pacientes. Yo soy un médico, esa es mi esencia, que tuve la oportunidad y tengo la oportunidad de servir a los ecuatorianos ahora en esta parte de mi vida, pero siempre lo he hechos utilizando mi formación médica.

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¿En el futuro volvería a postular por un cargo de elección popular?

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Por el momento mi decisión es acompañar al presidente (Guillermo Lasso) y cumplir las funciones de la Vicepresidencia, creo que estamos en un momento de transición importantísimo, en el cual tenemos que consolidar un proyecto político. (Postular de nuevo a un cargo de elección popular) a corto plazo, mi respuesta es absolutamente no; (en) el futuro, quién será el que lo diga, pero por el momento mi dedicación es total a la Vicepresidencia.

Pero en el futuro tampoco no lo descarta por completo...

Mi futuro está por verse, en relación a qué voy hacer. No está planeado qué es lo que voy hacer, peor aún en este tiempo. Yo creo que me he dedicar a la academia y a mi función profesional, que es lo que más quiero. Déjele en el campo de los recuerdos a la política.

En el eventual caso de que el presidente Guillermo Lasso decida reelegirse y lo invite a usted nuevamente a formar parte del binomio, ¿aceptaría?

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El presidente está en el estudio de la decisión. Para mi punto de vista creo que es importantísimo continuar con los procesos que se han hecho, hacer un análisis profundo de lo que no se ha hecho bien, porque esa es una parte importe. Cuando el señor presidente tome la decisión de aceptar o no (buscar la reelección), y en ese proceso, de buscar un candidato que lo acompañe, él tomará la decisión. Mi función, por el momento, es estar solucionando día a día los problemas que tienen en el área social y en el área de salud los 18 millones de ecuatorianos.

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¿Cómo ha sido en estos dos años su relación con el presidente?

Con el presidente tenemos una relación de hace más de doce años. Yo le conocí cuando él buscaba ingresar a la política y me invitó a Guayaquil a una reunión para tratar el tema de salud, yo en esa época dirigía un hospital importante en Quito. Luego, permanentemente en sus campañas (electorales) me invitó a formar parte del proyecto de gobierno en el área de salud, yo lideraba a un grupo de personas para buscar qué es lo que debemos hacer con la salud en Ecuador. ¿Qué ha ocurrido de dos años para acá? Sigue siendo la misma relación, en la cual priman más las avenencias que las desavenencias. Todos los lunes nos reunimos en el gabinete ampliado de salud. La gente se preocupa mucho si mi relación con el presidente es buena o mala, porque generalmente lo que ha ocurrido en la historia de los vicepresidentes es haberse convertido, como decía el presidente Velasco Ibarra, en conspiradores ha sueldo. En mi caso es diferente, para mi la lealtad es una de las cosas más importantes que los ecuatorianos nos hemos olvidado.

Usted no estuvo en el anuncio de la muerte cruzada. ¿Qué pasó ahí?

Me parece que debemos leer la película completa. ¿Quiénes estuvieron en esa grabación? Las personas que tenían una función: el señor presidente, que emitía el decreto, y los señores ministros que tenían que ejecutar. Yo estaba en conocimiento de lo que ocurría y a la madrugada recibí la llamada del presidente, él me dijo que a las siete de la mañana iba a hacerse una cadena nacional y acudí muy presto a estar con él. Son temas subjetivos, preguntémonos, más bien, cuánto apoyó el país el que se dé la muerte cruzada, esos son los temas de fondo, no quién estuvo en la foto. Cuando me piden estar en la foto, generalmente estoy haciendo otras cosas. Los médicos generalmente no queremos aparecer, sino queremos actuar. Lo que se dio es importante, un término constitucional utilizado por primera vez por un presidente que acortó su período para el que fuimos electos. Porque el presidente lo que hizo fue regresar a los mandantes el derecho de elección.

El 17 de mayo el presidente Guillermo Lasso decretó la muerte cruzada. El anuncio en cadena nacional junto a varios de sus ministros de Estado. Foto de Archivo

¿En la decisión de la muerte cruzada qué factores sopesaron?

Los ministros fueron convocados más de 350 veces a la Asamblea, tenían que acudir una a dos veces por semana; ministerios que tuvieron que crear una oficina para generar los documentos para estar listos cuando los asambleístas así lo llamen, por eventos que necesitaban conocer, pero también por el hecho de crear una confusión. En el mes de junio del año pasado ya intentaron destituir al presidente y este año desde el mes de enero la crisis política se agudizó. De lo que he oído a varios actores políticos, a profesionales del derecho, era un juicio (político) que no tenía raíz ni fundamento, pero el presidente acudió cuando al día anterior le decía que es un asesino, un narcotraficante, y que es un ladrón. Cuando uno se adueña del hecho de ser un juez, y esa es una de las funciones de los asambleístas, tiene que ser lo más imparcial. El presidente acudió a defenderse, lo hizo de la manera más democrática. ¿Qué vino luego? Él (Guillermo Lasso) vio que con la Asamblea no existía ninguna forma de relación. Porque le puedo asegurar que ellos (los asambleístas) querían destruir el Estado, destruyendo a los que estábamos en funciones. Tengo el convencimiento de que primero iban por el presidente, después por el vicepresidente. Y uno de los que lideraba este movimiento quería ser presidente de la República, rompiendo totalmente el orden constitucional.

¿A quién se refiere?

Lo voy a decir muy claro: el expresidente de la Asamblea, el exlegislador Virgilio Saquicela. Porque a él le tocaba (asumir la Presidencia de la República), si no estaba el presidente ni el vicepresidente. Todos los movimientos se iban dando en ese sentido.

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A propósito del juicio político. ¿Usted en algún momento se vio como presidente de la República?

Yo creo que el verse como presidente es una cosa y ejercer la Presidencia es otra. Lo que tenía que darse no se dio, por lo tanto eso ya pasó a la historia. Recuerde que mi familia viene de expresidentes de la República, por lo tanto sé la validez de lo que representa y de lo que la gente confía en uno. Yo siempre me he visto como médico y ahora me veo como vicepresidente.

¿Cuáles han sido los principales logros de la gestión en el área de la salud?

La vacunación (contra el COVID-19) es importante porque permitió cuidar la vida de los ciudadanos, reactivar y poner en orden las finanzas. El Estado gastó cifras importantes para que todos los ecuatorianos que tenían necesidades se vacunen. Luego, los gabinetes sectoriales de la salud han hecho cuatro temas importantes: por primera vez en la historia nos hemos sentado en la mesa el Ministerio de Salud, el IESS, el ISSFA, el ISSPOL con veedores externos. Hablamos de un Sistema Nacional de Salud donde tenemos los mismo objetivos, donde se compran en conjunto, donde se realizan acciones para facilitar los temas. Hemos destrabado el problema que teníamos de los hospitales de Durán, Bahía y Manta, que están entregados. Y el hospital de Pedernales que va a ser resuelto en los siguientes días. Es la primera vez que se está comprando en conjunto ambulancias a través de un mecanismo que se llama UNOPS, que es una organización de Naciones Unidas. El Ministerio de Salud va a comprar 187 ambulancias, donde se ha obtenido un ahorro entre el 15 al 17 %; antes se compraban camionetas que se transformaban en ambulancias. El IESS va a hacer lo mismo. El abastecimiento de insumos y medicamentos (pasó) del 37 % al 68,70 %; no estamos en la cifra perfecta, pero estamos en la mejor cifra. Las compras se han hecho con honestidad. Y pago a proveedores.

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¿Sobre el abastecimiento de medicinas hasta dónde ofrecen llegar hasta finalizar el gobierno?

El 100 % es imposible en ningún hospital del mundo. Los medicamentos que están disponibilidad, generalmente, cuando aumenta la consulta de una patología esos medicamentos desaparecen por el consumo y tenemos que reponer de manera temprana. Nosotros consideramos, que de la cifra que estamos, quisiera llegar alrededor de un 85 % (de abastecimiento) que es la cifra óptima y tener un 70 a 80 % en cuanto a insumos médicos.

¿Y con las ambulancias?

Son 183 ambulancias, de las cuales ya se firmaron los convenios, ya están en proceso de compra y ya están en proceso de construcción. Aproximadamente para el mes de agosto van a llegar como 40 ambulancias, eso va hacer progresivo. Nosotros tratamos de que hasta finalizar el año estén aquí el 80 a 90 % de ambulancias. (I)