Un allanamiento policial ante una supuesta llamada anónima que denunciaba que 30 personas “venezolanas y ecuatorianas” estaban almacenando material bélico, como explosivos y armas artesanales que iban a ser utilizados en las manifestaciones de los próximos días, hizo que en el séptimo día de paro nacional los ojos se coloquen en las instalaciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), en el norte de Quito.