El 10 de agosto, el movimiento Revolución Ciudadana (RC, lista 5), definirá en una asamblea al binomio presidencial con el que nuevamente buscará llegar a Carondelet en 2025, luego de perder con poco margen en las dos últimas elecciones presidenciales, las de 2021 y 2023.

Cuatro son los nombres más sonados de donde saldrán los próximos candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República: la prefecta de Pichincha, Paola Pabón; el consejero de Participación Ciudadana Augusto Verduga; la presidenta de la RC y excandidata presidencial en 2023, Luisa González; y Gustavo Jalkh, extitular del Consejo de la Judicatura y exministro del gobierno de Rafael Correa, máximo líder de la Revolución Ciudadana.

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EL UNIVERSO conversó con Pabón, Verduga y Jalkh sobre sus expectativas y aspiraciones. Con Luisa González no fue posible concretar una reunión, por temas de agenda; sin embargo, se recogen sus declaraciones brindadas a este Diario el 7 de junio, así como en entrevistas con otros medios.

Paola Pabón

La prefecta de la provincia de Pichincha, Paola Pabón. Foto: EFE. Foto: EFE

Para Paola Pabón, que su nombre sea uno de los opcionados a postular a la Presidencia de la República es “un reconocimiento a todos los años de resistencia en la Revolución Ciudadana”.

Explicó que el objetivo del movimiento político es tener “un binomio que genere unidad, cohesión”, que pueda “llevar al cambio de modelo” en el país. Una de las vías para lograrlo es escuchar directamente a los votantes para acercarse a más sectores.

Tenemos que volver a empatizar con esta clase media, que ahora es una de las más afectadas. Saber qué está pasando con los empobrecidos y populares. La desesperación de los jóvenes que no tienen trabajo, que tampoco han podido acceder a la universidad. Poder sentarnos también con el sector empresarial”, describió la prefecta.

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Pabón destacó la necesidad de que desde el Ejecutivo se vuelvan a construir grandes obras de infraestructura, que apalanquen el crecimiento del sector empresarial.

Invitó a dejar atrás las divisiones, el odio y mirar al futuro. “Si seguimos mirando el pasado, si seguimos mirando por el retrovisor, no vamos a avanzar y el país no espera más”, remarcó.

Cree, por su experiencia en la función pública, que “es posible superar la polarización política” si se ponen en el centro las necesidades y coincidencias colectivas. En esa línea, se analizan alianzas con las organizaciones que compartan la visión de un cambio de modelo.

“No creemos en el modelo de los últimos siete años. Queremos un Estado que vuelva a estar presente”, subrayó.

En caso de ser la candidata presidencial de la RC, Pabón no descarta promover como propuesta una asamblea constituyente, porque tiene preocupación en varios aspectos estructurales de seguridad, impunidad, economía.

“Creo que hay temas que volver a colocar. Si para volver a poner la casa en orden una asamblea constituyente es la salida, pues, hay que hacerlo. Pero si no enfrentamos las dificultades estructurales, lo demás será paños de agua fría”, explicó.

Augusto Verduga

Augusto Verduga, consejero de Participación Ciudadana. Foto: Cortesía Consejo de Participación Ciudadana y Control Social.

Algo bueno hemos de estar haciendo en el Consejo de Participación Ciudadana para que nuestro nombre sea considerado para la más alta responsabilidad del Estado”, opinó con satisfacción el consejero Augusto Verduga, quien es parte del colectivo político La Kolmena, que comparte ideas progresistas y es cercano a la Revolución Ciudadana.

Dijo “no rehuir” a la posibilidad de convertirse en el próximo presidente de Ecuador. “Estamos preparados para el reto”, enfatizó.

Apuesta por crear un “un frente amplio”, un “bloque histórico”, “que no solo tenga que ver con el correísmo duro, sino que abra el abanico”. “Estamos en condiciones de representar a los patriotas, a todo aquel que piense que no es normal tener un presidente que solo le preocupa pagar menos impuestos, llevárselo todo y no cambiar nada”, resaltó.

Verduga no hace caso de las críticas en su contra, que cuestionan la independencia de su trabajo en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), por su sintonía y amistad con la militancia y dirigentes de la lista 5.

“No les paro mucha bola a esas percepciones de ciertos sectores minúsculos del país que quieren enfangar nuestra gestión en el Consejo de Participación. A quienes les hablo siempre es a mis mandantes y con mis mandantes, cuando me llega la propuesta de asumir un reto mayor. Insisto: parece que algo bueno estamos haciendo en el Consejo de Participación”, puntualizó, señalando que su gestión ha “bregado por la transparencia”.

El político es partidario de la instauración de una “asamblea constituyente para salir del bache en el que nos encontramos, que les ponga fin a los abusos”, recalcó como primera medida si llega a ser jefe de Estado.

Lo siguiente sería “recomponer el tejido social y la garantía de los derechos sociales”. Continuar con la seguridad ciudadana, relacionada con el robustecimiento de los servicios públicos, los servicios de inteligencia, y recuperar el Ministerio de Justicia, el Ministerio Coordinador de la Seguridad, entre otras acciones.

Luisa González

Luisa González, excandidata presidencial de la Revolución Ciudadana y actual presidenta del movimiento político. Foto: Carlos Granja Medranda

Una mínima diferencia, de apenas tres puntos porcentuales, dejó a Luisa González fuera de la Presidencia de la República en las elecciones presidenciales anticipadas de 2023. En la segunda vuelta consiguió el 48,17 % de votos frente al 51,83 % que obtuvo Daniel Noboa. En aquel proceso electoral, una de las propuestas bandera del plan de gobierno de la RC era convocar a una asamblea constituyente.

Por esos resultados, González, quien desde noviembre preside la RC, no ha dejado de ser considerada para repetir como candidata presidencial del movimiento correísta. Para ella, se trata de una decisión que debe analizar tomando en cuenta a su entorno familiar, según dijo a este Diario en junio.

La dirigente no desiste de la idea de consolidar una coalición de fuerzas políticas para las elecciones. “Ecuador necesita una reconciliación nacional”, en la que no prevalezcan posturas personales, expresó el 19 de julio al medio Radio Hola.

Comentó que es necesario un “plan de gobierno a largo plazo que se construya con aportes desde los diferentes sectores”, con el fin de que se sostenga en el tiempo, sin importar que las elecciones sean ganadas por una agrupación de derecha o izquierda.

“El plan de gobierno siga un horizonte donde temas como la salud, la educación, la seguridad son públicos, son de calidad, son garantizados desde el Estado, el empleo digno y mucho más”, reflexionó.

En junio pasado comentó que el diálogo con otras agrupaciones sociales y políticas se definirá conociendo “hasta dónde cede el uno y hasta dónde cede el otro”. Entonces precisó que, si se concreta una alianza, el binomio presidencial lo pondría la Revolución Ciudadana, por su peso electoral.

Al respecto, el 19 de julio dijo que en un inicio el llamado al diálogo estuvo enfocado hacia sus “aliados naturales”, grupos de izquierda. No obstante, el espectro se amplió a actores de todas las tendencias, incluyendo a la derecha. “Como los que hemos venido avanzando en conversaciones, a fin de rescatar el país del desastre en el que estamos viviendo”, señaló.

Gustavo Jalkh

Gustavo Jalkh, expresidente del Consejo de la Judicatura y exministro del Gobierno de Rafael Correa. Foto: Archivo.

El expresidente del Consejo de la Judicatura y exministro de Rafael Correa considera que “lo importante es la construcción de un plan de gobierno que sea útil para las necesidades del pueblo ecuatoriano”.

Esas necesidades, sostiene, significan “retomar el camino y la senda del progreso” sobre la base de tres pilares fundamentales. El primero es la seguridad, que abarca un rediseño y depuración institucional, así como un proceso de inteligencia prospectiva antidelincuencial y preventiva. El segundo es el desarrollo humano anclado en la reconstrucción de los servicios públicos y potenciar la inversión pública. El tercero es la lucha contra la corrupción, que implica un manejo transparente y eficiente de los recursos del Estado, “una política pública que conjugue la eficiencia y la solidaridad”.

Gustavo Jalkh ve la posibilidad de una asamblea constituyente como “un medio” pero “no un fin en sí mismo” para fortalecer las instituciones públicas.

“Me parece que puede haber otros medios también”, como llegar a un “gran pacto social” para establecer una “agenda de causas nacionales”, aclaró.

“Si esto no es factible, el pueblo tendría que pronunciarse sobre la factibilidad de otro tipo de reformas constitucionales, institucionales, o de asamblea constituyente; pero eso pasa por un pronunciamiento del pueblo. Yo creo que sería una vía, un medio, no un fin en sí mismo, y creo que hay otras instancias previas”, remarcó.

Lograr una gran coalición de las organizaciones de izquierda dependerá de un diálogo en el que se prioricen las necesidades y no la imposición de propuestas. “Creo que no se ha hecho todavía un diálogo de esas características”, opinó.

Respecto del sistema de justicia comentó que en la actualidad es “deplorable”. Jalkh defendió su gestión en la Judicatura. “Dejamos un mucho mejor sistema de justicia que el que encontramos. No perfecto, pero dejamos un mucho mejor sistema y creo que el tiempo ha demostrado que esa época funcionaba mucho mejor”, aseguró. (I)