Sus frecuentes visitas a Manabí, la asignación de recursos en momentos de emergencia, la entrega de garantías soberanas para la ejecución de obras y hasta el traslado del Bloque de Seguridad a Manta ponen en evidencia el interés que tiene el presidente Daniel Noboa en captar el apoyo de esa provincia, considerada bastión del correísmo y en la que alcanzó solo un 34,16 % de la votación en la segunda vuelta del 2023.

“A Manabí le prometieron mucho y le robaron todo, menos el espíritu y el potencial de su gente. Por eso estoy aquí, porque creo en ustedes, en los niños, las mujeres y los jóvenes que merecen un nuevo Ecuador. No más engaños ni robos a los manabitas...”, subrayó el mandatario en su última visita del 15 de julio en la que entregó el aval soberano para que la Prefectura de Manabí acceda a un crédito de la CAF de $ 43,4 millones que será usado para la construcción de tres obras viales en la provincia.

En Jipijapa, Noboa se fotografió comiendo un tradicional ceviche manabita junto a Leonardo Orlando, prefecto de Manabí, quien es parte de la Revolución Ciudadana. La imagen fue difundida en redes sociales con la descripción de que se han dejado atrás “los cucos viejos” y que “después de un terremoto y de políticos que lucraron de la tragedia, Manabí finalmente se levanta”.

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La imagen fue compartida por el expresidente Rafael Correa en su cuenta de X y se refirió al mandatario como un secuestrador sin especificar a qué se está refieriendo.

No obstante, pese a cualquier cuestionamiento indirecto de Noboa al correismo, el respaldo de Manabí se ha reflejado en las urnas. En las últimas seccionales de 2023, la Revolución Ciudadana (RC) ganó ocho alcaldías, luego de no captar ninguna en el 2019 y en las elecciones generales anticipadas del 2023, obtuvo cinco curules provinciales en la Asamblea Nacional. Asimismo, en las elecciones presidenciales de 2021 y 2023, los candidatos del movimiento del expresidente Rafael Correa, Andrés Arauz y Luisa González, ganaron allí con más del 65% de votos.

Con base en estos resultados electorales, aún no ha surgido un movimiento que se consolide como un contendiente político importante en esa zona y el exlegislador manabita Leonardo Viteri considera que ese debe ser el objetivo del presidente Noboa: ser otra opción para la provincia que es la tercera con mayor número de electores a nivel nacional.

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“Que el presidente Noboa venga a Manabí, una provincia que ha sufrido mucho históricamente, hemos pasado terremotos, sequías, fenómenos de El Niño y atracos con temas como la Refinería del Pacífico y el Puerto de Manta y que le de importancia es algo de suma urgencia, para que aquí se tenga otra visión política”, comenta y añade que el padre del mandatario, el empresario Álvaro Noboa Pontón, fue un político muy querido por los manabitas.

El apoyo que Correa consiguió consolidar en Manabí dice Viteri se debió a la atención que le prestó a la provincia en sus años de mandato y que se refleja en que actualmente el 90 % de funcionarios públicos y universidades sean de esa tienda política.

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“Aquí todavía el gobierno de ese grupo político tiene un apoyo importante y lo que intenta el presidente Noboa no es desaparecer ese apoyo, pero si que haya otra alternativa política, algo que no han hecho los gobiernos anteriores”, apunta.

Si bien la campaña electoral para los comicios generales de febrero próximo comienza oficialmente el 5 de enero de 2025 y culmina el 6 de febrero, estas visitas constantes del mandatario a Manabí ya tendrían como fin posicionarse en este territorio, pero a través de una estrategia enfocada en la gestión y en resaltar la importancia de la provincia y de su gente con hechos como el que su coordinadora de bancada sea manabita, la legisladora Valentina Centeno, el rostro más visible de su partido Acción Democrática Nacional (ADN) en la Asamblea Nacional.

“Lo que vemos es que Noboa intenta posicionarse en una provincia con gestión, una cuestión que muchas veces le reclamaban, es decir, intentaba confrontar con el correísmo de una forma confrontativa y sin mayor gestión. Hoy intenta posicionarse, de forma positiva, entregando avales soberanos”, explica Ignacio Loor, consultor y estratega político manabita.

A su vez, Loor dice que de la mano de esta gestión como los avales soberanos se puede abrir la discusión respecto a quién podría capitalizar más el tema: el que recibe el aval, alcaldías o prefecturas, quienes van a terminar pagando estos préstamos ante los organismos internacionales o el mismo Gobierno.

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“Lo que queda a las claras es que el Gobierno intenta hacer pasar el aval como si fuera un préstamo del Gobierno central cuando realmente no es así”, refiere y añade que al presidente en la próxima campaña se lo va a medir por resultados y no tanto por promesas.

El presidente Daniel Noboa en una reunión con la Asociación de Municipalidades de Ecuador (AME), el 5 de enero, en Portoviejo, Manabí. Foto: cortesía Presidencia de la República.

Ante un gobierno tan corto como el que está liderando el mandatario y la necesidad de resultados, Loor comenta que será clave si la narrativa nacional que intenta posicionar, de un Gobierno que resuelve y que está atendiendo las necesidades con garantías soberanas y no prestando dinero realmente, le va a permitir posicionar ese mensaje de forma local en zonas como la de Manabí.

“Va a ser interesante porque podríamos contrastar las veces en que Guillermo Lasso, por ejemplo, dio algunos préstamos a través del banco del Estado y no logró capitalizar ni siquiera en Manta y aquí terminó ganando el correísmo. Cuando venía Lasso al territorio, no hacía sentir su mensaje y parecía más obra del gobernante local, ahora pasa al revés y lo vemos desde la comunicación de Noboa, la forma en cómo está llevando los eventos, el branding del Gobierno, intentando posicionarse como la persona que está resolviendo el tema, cuando insisto, es una garantía soberana y quiénes hacen el trabajo son los gobiernos locales”, refiere Loor.

Por su parte, Viteri difiere y dice que la gestión desde el gobierno central es “lícita políticamente” y saluda la postura del prefecto para esta relación entre el gobierno provincial y el Ejecutivo y más si son obras relacionadas con servicios básicos, una necesidad profunda del pueblo manabita.

Más allá de la gestión que esté realizando Noboa por Manabí en estos momentos, Loor menciona que el acercamiento a la provincia estaría relacionado con ganar votantes en Manabí, los que podrían estarse perdiendo en otras provincias en las que su imagen puede estarse deteriorando.

“Se puede pensar que intenta recuperar terreno de lo que está perdiendo en otras provincias estratégicas al momento de ganar una elección, probablemente quitándole terreno al correísmo y pensando a nivel político, un golpe en Manabí sería un golpe moral para el correísmo y una medalla que Daniel Noboa, me parece, se la quiere colgar en el 2025″, opina. (I)