Veinte ministros serán los que Daniel Noboa tendrá que nombrar cuando asuma oficialmente la Presidencia de la República para gobernar el país por máximo un año y medio. Que los perfiles profesionales vayan acordes con las carteras de Estado, no tengan nexos con corrupción y no se descuide la experiencia en administración pública al querer introducir cuadros jóvenes es en lo que coinciden analistas políticos que el futuro mandatario debe tener en cuenta.

Desde que Noboa pasó a la segunda vuelta, reveló nombres de quienes estarían en su equipo: Gabriela Sommerfeld, empresaria turística y de la construcción, ocuparía la Cancillería; la abogada en comercio exterior Sonsoles García sería su opción para ministra de la Producción; el exportador bananero Iván Wong regresaría al Ministerio de Agricultura y Ganadería; y, el estratega político Iván Carmigniani sería su secretario general de Comunicación.

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Asimismo, en su primera reunión con el presidente saliente, Guillermo Lasso, Noboa acudió con el exvicepresidente Alberto Dahik al Palacio de Carondelet, pero el exfuncionario aclaró que no ocuparía ningún cargo público y que, como exmandatario, será una fuente de consulta tal y como ocurre en las sociedades avanzadas.

Lenin Polanco, analista político, dice que es clave que Noboa comprenda que su gobierno será de transición y que los cuadros que debe elegir “deben pasar por un tamiz” de tres aspectos: la experiencia en el sector público y en la gestión de lo público; ser absolutamente impolutos, libres de casos de corrupción; tener pluralidad y diversidad.

Para la politóloga Stephanie Macías, Noboa formará su gabinete actuando acorde a la edad que tiene, 35 años; entonces, tendrá una fuerte inyección de gente joven y capacitada en el gobierno que aporten dinamismo e innovación, pero a su vez cree que se verán cuadros que representan a la experiencia.

“No podemos descartar la necesidad inminente de las canas y de las suelas gastadas que tienen políticos y gente dentro del aparato estatal... en un corto plazo, en un gobierno tan corto, necesitas activar la maquinaria gubernamental desde el día uno y para eso necesitas gente que puertas adentro conozca cómo funciona el Estado”, explica.

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Si se llega a tener en el gabinete rostros jóvenes y que vengan de cero a la administración pública, Macías dice que esto lleva al debate de hay que dar la oportunidad a los jóvenes para que adquieran la experiencia tal y como se está haciendo en estos momentos con Noboa, pero sin descuidar que estén presentes también los perfiles con experiencia.

“Hay que darle un voto de confianza a la juventud y a este gobierno siempre y cuando también tenga de alguna manera una combinación entre experiencia, dinamismo y juventud y es lo que hemos visto. El presidente es joven y su mano derecha ha sido Iván Carmigniani, que es un hombre experimentado y muy destacado y respetado en su ámbito profesional”, refiere.

Daniel Noboa Azín durante su cierre de campaña de la segunda vuelta el pasado jueves 12 de octubre en Santa Elena. Foto: Ronald Cedeño

Asimismo, Belén Espinel, analista y catedrática de la Universidad de Las Américas, coincide en que el nuevo gabinete debe tener gente profesional pero con experiencia en el sector público ya que eso, a su juicio, fue uno de los errores del gobierno saliente.

“Es superimportante tener en consideración lo que ya nos pasó con el gabinete saliente, gente que puede tener más o menos renombre, pero que nunca ha trabajado en el sector público y que se demoró meses en entender cuál es la lógica, si es que lo lograron entender, que yo creo que muchos no lo hicieron, y entonces no hay un trabajo ni efectivo, ni eficiente ni eficaz, porque no saben qué es lo que tienen que hacer”, menciona.

Espinel concuerda con Polanco en lo de la diversidad y dice que los perfiles deben ser variados y considera que también será clave que sean aceptados por los sectores sociales, pone como ejemplo que para la cartera de Producción el elegido tenga un buen referente con las cámaras de producción, con las cámaras de comercio, con las cámaras de industria.

Entre todas las carteras de Estado, el Ministerio de Gobierno es la más importante y Macías menciona que Noboa debe elegir a alguien de su entera confianza y que pueda tender puentes con los diferentes grupos políticos y los diferentes grupos sociales y organizaciones que existen en el país.

“Quien sea el ministro o ministra de Gobierno debe ser alguien que no genere mucho rechazo para poder entablar los puentes comunicacionales que se requieren. Especialmente porque al ser un gobierno de tan poco tiempo va a necesitar no solo ser asertivo, sino también mantenerse comunicado y conectado... ese nombre todavía no se nos ha revelado y hay mucha expectativa”, subraya.

Formar un “gabinete sombra” para la transición

A su vez, Polanco considera necesario para estos momentos muy oportuno que el nuevo gobierno forme cuando antes lo que se conoce como “gabinete a la sombra”, que consiste en que cada ministro saliente pueda interlocutar con el ministro entrante para facilitar la transición.

“Un gabinete a la sombra sirve para que se transparenten las cuentas, los asuntos pendientes, las urgencias de cada cartera y que los nuevos ministros puedan ponerse al día, tomando en cuenta que el tiempo es cortísimo, estamos contra reloj”, menciona y dice que no sería necesario que se coloque a un ministro sombra para cada uno de los 20 ministerios, sería válido también hacerlo por sectores.

Macías, por su parte, cree que además de definir a quien será el titular de un ministerio esto va más allá y será muy importante “tener un equipo que logre identificar dentro de cada ministerio cuáles son las reformas a las normativas que se pueden desarrollar para prender esa maquinaria estatal y llevarla hacia el camino que el presidente decida”.

Sin embargo, Espinel dice que la importancia de contar con un buen gabinete es algo que va por añadidura en todo gobierno.

“Hemos visto en casos anteriores cómo el gabinete puede definir la política de un presidente, que un poco va de la mano, tal vez podríamos pensar que es un 50-50. Yo necesito un buen presidente que sea un buen mandatario, que tenga un objetivo, que pueda transmitir ese objetivo a su gabinete y el gabinete pueda tomar las responsabilidades necesarias y las decisiones adecuadas para alcanzar ese objetivo. Lastimosamente en el gobierno saliente no tuvimos ni lo uno ni lo otro”, apunta.

QUITO (17-10-2023).- Reunión entre el presidente, Guillermo Lasso y el presidente electo, Daniel Noboa. Foto: Carlos Granja. Foto: El Universo

Adelantar nombres de posibles ministros pudo ser estrategia

En tanto, Polanco explica que el capital político de inicio para un nuevo presidente siempre es bueno y Noboa no puede comprometerlo poniendo a su lado ministros, secretarios de Estado, etc., que correspondan o que tengan algún mínimo de sospechas de corrupción.

Sin embargo, el haber adelantado nombres lo ve también como una estrategia para tomar la temperatura del pulso social de la opinión pública para ver cómo se receptan estos nombres, aunque considera que es ejercicio demasiado peligroso.

“Si lanzar esos nombres fue una estrategia la considero demasiado peligrosa... lo ideal sería que de manera seria, frente al país, se muestre el gabinete de los principales ministros que van a acompañar su gestión si se quiere incluso a través de una gran campaña de comunicación”, menciona.

Iván Carmigniani trabajó en tres de las cinco campañas de Álvaro Noboa, ahora es el jefe de la campaña de su hijo Daniel. Foto Cortesía del CNE

En cambio, Espinel no lo considera ni bueno ni malo, pero dice que sí provoca cierto tipo de incertidumbre lo que ocurrió tras la aparición de Dahik, que considera no va con su planteamiento de traer una propuesta fresca y nueva.

“Es un presidente que se presenta como algo nuevo y de repente trae a un dinosaurio político a sentarse a su lado... eso genera más malestar que bienestar... todos estamos a la expectativa justamente de ver quiénes van a ser estos perfiles y cómo estos perfiles van a conformar sus equipos de trabajo, porque además hay que tener en consideración que es un gobierno de un poco más de un año y no puedo poner gente que sea tan nueva, así como no puedo poner gente tan vieja que venga con sus mañas antiguas a dañar un sistema que está en crisis”, refiere.

Mientras, para Macías, los nombres que Noboa hizo públicos y que también lo acompañaron a su reunión con Lasso son un guiño para decir que no es alguien empírico que había salido de la noche a la mañana y que está rodeado de gente con experiencia.

“Si algo tiene el presidente electo es un pragmatismo importante... cuando llega una segunda vuelta, ante la sorpresa de muchos ya que no se lo veía en los números, presenta unos nombres robustos que de alguna manera evidenciaban que tenía un acompañamiento y que no era alguien empírico que había salido de la noche a la mañana. Si fue una estrategia, fue para decir, estoy para quedarme, voy a competir y tengo gente valiosa que me acompaña”, opina.

Otra acción en que su pragmatismo puede entrar en juego para Macías es que el mandatario se dará cuenta de que no puede hacer mucho en cuanto a cambios en la organización estatal como para decidir eliminar o fusionar ministerios, porque son temas que toman tiempo y análisis. (I)