Iván Saquicela cuenta que decidió renunciar como juez nacional y postularse a la Presidencia de la República porque sintió que ya había cumplido su ciclo en el sector de la justicia, en el que fue desde fiscal hasta presidente de la Corte Nacional. El movimiento Democracia Sí (lista 20) lo buscó y aceptó.

En su propuesta de gobierno hay tres temas básicos: la reactivación económica, la lucha contra la delincuencia y el crimen organizado y una reforma constitucional profunda.

¿Cómo surge la idea de su candidatura? ¿Cómo se dio el acercamiento con Democracia Sí?

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La idea surge del movimiento Democracia Sí y de varios movimientos y organizaciones ciudadanas y políticas que venían construyendo un proyecto político conjunto; y fueron ellos quienes me buscaron y me hicieron la propuesta. Considero que las circunstancias del país son excepcionales y tienen que ver fundamentalmente con la lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado, la inseguridad, y están vinculadas directamente con la pobreza y la exclusión social. Y entonces reflexioné con este grupo de ciudadanos de que yo, en la Corte, ya cumplí mi rol, y creo que de la mejor manera. Justamente presentamos proyectos de reforma legal y trabajamos en el ámbito de la seguridad, y hubo un aprendizaje y una experiencia. Y habiendo ya cumplido ese rol, creo que es una responsabilidad moral y ciudadana trabajar ahora por mi país.

Están en proceso diálogos de todos los sectores políticos. ¿Su candidatura es segura o depende también de las negociaciones políticas de Democracia Sí con otros partidos y movimientos?

Mi candidatura está en firme, y estamos abiertos a dialogar con sectores porque obviamente hay que tratar de hacer una concertación amplia, y no solamente de un punto de vista electoral, sino sobre todo por el país, que es lo que realmente nos interesa.

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Es decir que, si se dan estos acuerdos, ¿el candidato seguiría siendo usted?

La propuesta es alrededor de mi candidatura. Y sobre esa base estamos muy abiertos a dialogar.

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¿Cuáles son, en principio, sus propuestas de gobierno?

Hay algunas propuestas clave. Primero, hay que hacer un trabajo para recuperar la economía del país; hay que generar riqueza y empleo. Otro componente fundamental, sin lugar a dudas, es la seguridad; creemos que tiene que haber una propuesta integral, y digo integral porque hasta ahora existe un concepto errado y minúsculo del problema: se cree que solamente tiene que ver con asuntos del trabajo de la Policía, y por esa visión es que no se ha llegado a superar, y la gente sabe que esto provoca problemas graves en la economía, en el turismo, en la productividad del país. Un tercer componente, entre otros, es que se necesita una reforma política; creemos que la Constitución del 2008 hay que desmontarla porque impide el desarrollo económico del país, impide el combate a la criminalidad y, en definitiva, hay una institucionalidad democrática muy débil.

¿Esta reforma constitucional sería con una Asamblea Constituyente?

Yo creo que es una de las vías... Vamos a mirar cuál es la solución mejor, pero tenga la certeza de que en nuestra opinión la reforma constitucional es profunda. Yo creo que las instituciones del 2008 han fracasado; y, además de la desinstitucionalización del Estado, no hay independencia de los poderes, metida de mano a la justicia, concentración de poder, y no permite un combate efectivo contra el narcotráfico, crimen organizado.

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Usted viene del sector de la justicia, que ha sido sumamente criticado porque la ciudadanía cree que no está colaborando con el combate a la inseguridad y está dejando en libertad a delincuentes o no procesándolos a tiempo. Si usted llega a la Presidencia de la República, ¿cómo podría aportar para fortalecerla y depurarla sin caer en la injerencia política?

Es que lo primero que hay que hacer es reformar a las instituciones; tiene que haber una profunda transformación de la justicia. Por ejemplo, planteamos un retorno a la Corte Suprema, la desaparición del Consejo de la Judicatura, que tanto daño ha hecho, y que exista, eso sí, un órgano administrativo de la Función Judicial. Creemos que tampoco debe existir el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, nombrando a las autoridades del Estado. Planteamos que la Fiscalía General del Estado tenga autonomía y no dependa del Consejo de la Judicatura, y que el fiscal general del Estado no sea susceptible de juicio político, solo por temas estrictamente administrativos, porque lo que se pretende es enjuiciarlo por los casos que lleva adelante y eso indigna al país. Y, por otra parte, también hay que repensar al Ejecutivo porque, si desde ahí pensamos que la justicia se reduce al Ministerio del Interior, a la Policía y a las estadísticas, y decir cada cierto tiempo que se ha capturado a tal o cual persona, pues, entonces realmente no se conoce la grave situación de inseguridad. Tiene que haber política criminal; tiene que trabajarse no solo del punto de vista reactivo, sino predictivo... Tiene que trabajarse en leyes duras y eficaces en el combate a la criminalidad. Y ahí está mi experiencia de docente universitario, fiscal, juez, conjuez y presidente de la Corte Nacional.

¿Usted escogió a Martha Rizzo como compañera de fórmula o es un nombre que también surgió del partido?

Surgió también de Democracia Sí y del conjunto de movimientos sociales, y con dos criterios fundamentales: personas éticas y preparadas. Yo creo que la hoja de vida de Martha da cuenta de su experiencia en política, sociología, arte, cultura. Es académica, tiene maestrías, es una profesional que sin dudas puede aportar al país.

¿Pero no cree que el compañero de binomio debería escogerlo el mismo candidato presidencial? Que sea alguien que tenga todas esas cosas que usted me acaba de describir, sí, pero además en quien confíe, para evitar una situación como la que está pasando actualmente en el país, que es este desencuentro entre el presidente Daniel Noboa y la vicepresidenta Verónica Abad.

El proceso democrático y las normas jurídicas disponen que el binomio debe salir de un proceso de primarias y no escogerlo el candidato presidencial, pero creo que son ambas cosas. Desde luego que antes del proceso de primarias y su designación, obviamente, hemos conversado y hemos analizado el perfil desde todo punto de vista, porque yo no dejo de entender que, en efecto, debe ser una persona de confianza no solo del candidato presidencial, sino que sea consecuente con el proyecto que proponemos al país.

¿Qué opina de todos los candidatos que se han presentado? ¿Qué oportunidades cree usted que tiene?

Bueno, ahora partimos todos casi de cero, porque primero hay que ver finalmente cómo queda el tablero electoral luego de las alianzas. Yo creo que es muy prematuro ese análisis... Yo creo con toda sinceridad que puede haber un “voto duro” de uno u otro candidato, pero ya el ciudadano no tiene una posición partidista o tiene una decisión anticipada. La gente quiere un país diferente por nosotros mismos y por nuestros hijos y nietos. Entonces, mirará cuáles son los candidatos, cuáles son las propuestas, cómo se va generando la campaña y cómo se va generando el debate. Y tendrán la oportunidad de escoger. (I)