Con una sala llena, el canciller Juan Carlos Holguín compareció la tarde del miércoles 15 de marzo ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, para proporcionar información relacionada con el escape de María de los Ángeles Duarte, sentenciada en el caso Sobornos 2012-2016, que estaba refugiada en la embajada de Argentina, en Quito.

Holguín asistió acompañado del viceministro de Movilidad Humana, Luis Vayas. Los dos explicaron a los asambleístas las circunstancias de cómo se conoció la noticia de que Duarte abandonó la sede diplomática y hablaron de las inconsistencias en la información entregada por el ahora exembajador argentino, Gabriel Fuks.

El canciller explicó que el lunes 13 de marzo mientras se trasladaba a Guayaquil, alrededor de las 17:29 recibió una llamada telefónica de su par argentino, Santiago Cafiero, para informarle que “ha habido un escape” de Duarte.

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Entonces Holguín se contactó con el viceministro Vayas, quien ese instante se encontraba en una reunión en Carondelet, para que cite al embajador y le dé datos sobre lo sucedido con la exministra del gobierno de Rafael Correa.

Vayas llamó a Fuks y este arribó al Palacio de Gobierno en cuestión de minutos. En esa reunión también participó el comandante de la Policía, Fausto Salinas, un asesor de Juan Carlos Holguín y otros funcionarios de la Cancillería. Fue ahí que surgieron las primeras inconsistencias.

Según el relato del viceministro, el diplomático argentino no fue preciso y usó un tono fuerte para decir que no es carcelero de nadie y que no tenía como función vigilar a nadie en la residencia de la embajada.

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Fuks había dicho que el domingo 12 de marzo no vio encendidas las luces del lugar donde habitaban Duarte y su hijo. La mañana del lunes se verificó que la exministra no estaba en el lugar, así que el embajador tomó contacto con su canciller, Santiago Cafiero.

Vayas insistió en conocer la hora en que se informó la novedad a Cafiero, a lo que Fuks respondió, después de varias evasivas, que fue alrededor de las 08:00. Entonces, el viceministro expresó su sorpresa porque recién en la tarde Cafiero llamó a Holguín.

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El viceministro consultó sobre los guardias, personal de servicio y cámaras de la residencia de la embajada, para conocer cómo y a qué hora salió Duarte. El diplomático señaló que hay un guardia de la Policía ecuatoriana en la residencia de la embajada y hay personal de seguridad privada y dijo que no había cámaras, porque la residencia no las tiene, que hay personal de servicio pero que el embajador no había tomado contacto con el personal con relación al tema.

Luis Vayas mostró asombro por la falta de cámaras, a lo que Fuks manifestó que seguramente las hay, pero que no se las utiliza.

Otra sorpresa fue cuando se solicitó información de la bitácora de entradas y salidas de la residencia. El embajador indicó que no había restricciones en las visitas, que el padre del hijo de Duarte lo visitaba con frecuencia.

Esto llamó la atención porque cuando el Gobierno de Argentina solicitó a la CIDH medidas cautelares a favor de la exministra, uno de los sustentos del pedido fue que no había contacto del hijo de Duarte con su progenitor. Algo que Fuks trató de esquivar, indicando que son temas diferentes.

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Holguín contó a la Comisión de Fiscalización que intervino de manera telemática en la conversación de Vayas y Fuks del día lunes. El canciller ecuatoriano consultó al embajador sobre el último día que vio a Duarte en la residencia, pero el argentino no fue preciso, puesto que dijo que pudo haber sido el día jueves, viernes o hasta el sábado.

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Fuks también señaló que no tenía claro por qué el canciller Cafiero no se comunicó de inmediato con Ecuador. Entonces, Holguín llamó a Cafiero y le comentó de las inconsistencias en lo que decía el embajador.

El martes 14 hubo otra reunión y surgieron más anomalías. Juan Carlos Holguín relató que la embajada negó el acceso a los videos de seguridad, aduciendo que no se tenía autorización de la Cancillería de Argentina. Tampoco se entregaron las bitácoras. Además dijo que se recibieron dos llamadas importantes ese día, cuyo contenido lo compartió a los asambleístas en una sesión reservada.

El miércoles Holguín regresó a Quito y se analizó la situación. Ante las inconsistencias y las dos llamadas del martes, el canciller ecuatoriano expresó a los legisladores que “es evidente que en el mejor de los casos, dado que la señora (Duarte) estaba en un proceso de asilo, en la residencia Argentina, no solamente hubo una negligencia en el cuidado de Duarte, sino que, en el peor de los casos, hubo complicidad. Y quiero decirlo de manera directa”.

Adicionalmente, el canciller dio a conocer que previamente a la fuga de Duarte hubo reclamos de la embajada, a nivel diplomático, sobre un patrullero que se encontraba haciendo actividades de seguridad ciudadana fuera del perímetro de la sede diplomática. Y además se pidió que no se tomen notas sobre quiénes entraban y salían de la embajada.

Holguín comentó a los legisladores que “este caso es de extremo interés para quienes estuvieron dentro del caso Arroz Verde”, sobre lo cual también dio información en una sesión reservada.

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Recordó que el año pasado en Guayaquil se realizó un foro para tratar del concepto de lawfare, donde participaron personas vinculadas a casos de corrupción. Y que a los pocos días se discutió algo similar en Argentina, relacionado con el caso de la vicepresidenta Cristina Kirchner.

Agregó que llamó la atención que el pedido de asilo para María de los Ángeles Duarte llegó unos días antes del evento en ese país.

Un pedido de asilo que no era por el caso Sobornos, y esto lo tiene que conocer la población abiertamente, era por temas humanitarios que, como acabamos de ver, han contradicho absolutamente la posición política del gobierno argentino en este momento”, dijo Holguín y ratificó que Ecuador decidió no otorgar dar paso al pedido de salvoconducto porque una persona sentenciada por corrupción no puede ser beneficiada con un asilo.

A la comisión también compareció el ministro del Interior, Juan Zapata. Confirmó que no existen registros de que Duarte haya abandonado del país por canales regulares. Mencionó que los policías que estaban afuera del embajada no vieron a la exfuncionaria saliendo del sitio.

“Se presume que esta situación se produjo entre viernes y sábado”, comentó Zapata e indicó que se presentó a la Corte Nacional de Justicia una solicitud para que se activen alertas internacionales con la Interpol para la búsqueda de la exministra.

El ministro dijo que el 3 de marzo de este año el ministro consejero de la embajada argentina, Adrián Biotti, solicitó al policía que custodiaba el exterior de sede diplomática que retire el patrullero, porque su presencia “le resultaba incómoda” y que tampoco registre a los vehículos que entran o salen del lugar. (I)