En la acelerada carrera presidencial por llegar a Carondelet en las elecciones anticipadas, aparecen nombres de personajes conocidos y desconocidos que se promocionan como la respuesta ante la agobiante inseguridad, hartazgo político, fragmentación social, crisis económica e institucional. Se venden como figuras alejadas de las prácticas de la política tradicional, disruptivos, cercanos al ciudadano común; buscan perfilarse como el candidato outsider o al menos esgrimen características que los acerquen a ello.

El expresidente de la República Rodrigo Borja, en su Enciclopedia de la política, describe que en el ámbito político el término outsider “designa a la persona que, por propia voluntad, se ha mantenido al margen de la vida pública. Es lo contrario de militante político. En algunos casos es el ‘antipolítico’”.

Añade que la palabra “se ha puesto de moda” en los últimos tiempos “debido al éxito electoral alcanzado por personas que, sin ningún antecedente político, han sido elegidas en votaciones universales y directas para ocupar funciones públicas de naturaleza electiva”.

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‘El 83 % de la población no sabe por quién votar, eso es un sacudón de la opinión pública a todo el país’, indica Polibio Córdova, presidente de Cedatos

Basta con recordar lo que ocurrió con Rafael Correa en las elecciones de 2006. Irrumpió en la escena electoral como un personaje prácticamente desconocido para la mayoría, atacando a las estructuras tradicionales.

O está también el caso de Xavier Hervas, excandidato de la Izquierda Democrática (ID), un rostro nuevo que asomó en las presidenciales de 2021 y que logró ubicarse en la cuarta posición de preferencia del electorado.

De la lista de candidatos y precandidatos que aspiran a la Presidencia en el actual proceso, algunos cumplen con ciertas características de las mencionadas por Borja. No obstante, según analistas consultados, en medio de unas elecciones atípicas, hasta el momento no existe un candidato que pueda ser considerado como el verdadero outsider.

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Varios de los aspirantes a la primera magistratura no son militantes ni están afiliados a las agrupaciones políticas con las que participarán, lo cual no está prohibido en la Constitución.

En la contienda está Jan Topic, un economista, empresario y experto en seguridad que ha sido parte de la Legión Extranjera Francesa como francotirador. Es la primera vez que incursiona en la arena política y postula a un cargo de elección popular. Aunque será auspiciado por el Partido Social Cristiano (PSC), lista 6, no está afiliado a esta organización.

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Daniel Noboa Azín, hijo del empresario y cinco veces candidato presidencial Álvaro Noboa Pontón. Es el primero en registrar su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), participará con el respaldo de la Alianza ADN2023, conformada por el movimiento Pueblo, Igualdad, Democracia (PID), lista 4, y Movimiento Verde, Ético, Revolucionario y Democrático (Mover, antes Alianza PAIS), lista 35. Fue presidente de la Comisión de Desarrollo Económico en la Asamblea Nacional disuelta por la muerte cruzada.

Mayoría de asambleístas cesados que tuvieron hasta el 96 % de desaprobación volverán a postularse por la curul, ¿el voto nulo podrá castigarlos?

Otto Sonnenholzner fue el tercer vicepresidente del gobierno de Lenín Moreno, estuvo menos de dos años en el cargo, renunció a pocos meses de que se inició la pandemia. Para los comicios del 20 de agosto, el empresario participará con el apoyo de la Izquierda Democrática (ID), en alianza con SUMA y Avanza.

Fernando Villavicencio, periodista y activista político que ha denunciado actos de corrupción. Fue presidente de la Comisión de Fiscalización en la disuelta Asamblea. Postulará a la Presidencia con el respaldo de la alianza Gente Buena y Construye, lista 25.

Yaku Pérez intentará por segunda vez convertirse en jefe de Estado. Será el candidato de la alianza conformada por Unidad Popular, Democracia Sí y Somos Agua. En 2019 fue electo prefecto de Azuay, cargo que dejó a mitad del camino para entrar a la contienda presidencial de 2021, en la que disputó con Guillermo Lasso el ingreso a la segunda vuelta.

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Bolívar Armijos será la carta del movimiento Acción Movilizadora Independiente Generando Oportunidades (Amigo), lista 16. Estuvo al frente de la junta parroquial de Calderón, en el cantón San Lorenzo (Esmeraldas). Llegó a ser presidente del Consejo Nacional de Gobiernos Parroquiales Rurales del Ecuador (Conagopare) y en 2021 buscó una curul en la Asamblea Nacional.

Eduardo Maruri, empresario y dirigente deportivo, correrá por el movimiento Centro Democrático. Antes fue vicepresidente del partido político Una Nueva Opción, agrupación con la que en 2007 fue elegido para integrar la Asamblea Nacional Constituyente.

Aparte están por confirmarse los nombres que presentarán los movimientos Revolución Ciudadana (RC), Pachakutik -Leonidas Iza retiró su precandidatura- y Creando Oportunidades (CREO) tras el desistimiento de Guillermo Lasso de apostar por la reelección.

Binomios presidenciales estarán conformados por un hombre y una mujer

En el contexto que aqueja al país, “los candidatos intentan ponerse la camiseta del outsider buscando esta sensación de ciudadanizar su postulación”, teniendo en cuenta que los ciudadanos rechazan la política y a los partidos, porque estas agrupaciones en Ecuador “son maquinarias electorales, no son espacios de conversación para definir una visión de país”, observa Yanina Mondino, consultora en comunicación política y experta en gestión de gobierno.

Mondino apunta que todavía hay que esperar a ver cómo los candidatos imprimen sus estrategias de campaña, para lo cual hay apenas diez días oficiales, según el calendario electoral. Con eso en cuenta, el tiempo quizás sea lo que reduzca la posibilidad de que haya un outsider que pueda pelear la contienda, porque aquellos que tienen experiencia y posicionamiento van a tener un pie adelante.

El desgaste de los partidos, dice la experta, los lleva a buscar perfiles por fuera de sus filas, que puedan refrescar sus debilitadas imágenes frente al electorado. De ahí que los candidatos se están mostrando más de manera nominal, individual, y no tanto como figuras amparadas en una u otra organización política.

“Venderse como un político tradicional o como parte del sistema político actual puede resultar contraproducente, por eso la mayoría de los discursos de los precandidatos que se han planteado por ahora hablan de ser actores y están por fuera de la dinámica de los partidos tradicionales, recurren a elementos que los outsiders son normales”, agrega Bernardo Gortaire, politólogo internacionalista.

Gortaire coincide en que los candidatos y las propias organizaciones van a priorizar la imagen personal del político por encima de las agrupaciones que los respaldan. Explica que es una dinámica que tiende a verse en sistemas políticos en los cuales los partidos no cumplen su rol como canalizadores de posiciones sino, más bien, se posiciona al candidato e incluso a veces el partido trata de sacar ventaja de ese recurso para conseguir curules luego en el Legislativo.

Otros aprovecharán su paso por la función pública para promocionarse como conocedores del aparato estatal.

Por otro lado, el entorno de inseguridad y crisis económica se presta para que una figura radical, que utilice el discurso securitista, sea llamativa para el electorado. “Es como el fenómeno Bukele”, comenta.

“Un buen outsider siempre tiene éxito cuando sabe comunicar”, dijo en días previos Polibio Córdova, presidente de la encuestadora Cedatos.

“¿Y qué es lo que comunica?, a lo que aspira la población. ¿Qué es a lo que aspira la población? Que le arreglen sus problemas”, resumió en una entrevista con EL UNIVERSO.

A su criterio, en este momento es cuando más se deben tener en cuenta las características que debe poseer un líder: conocimiento real de lo que es manejar un país, que sepa demostrar que tiene un equipo de trabajo y experiencia en la administración pública. (I)