“¡Míreme a los ojos, doctor Borja, no me baje la mirada!”. Esta es quizá la frase más recordada del debate presidencial televisado del 29 de abril de 1984, que dejó una huella imborrable en la historia ecuatoriana. La dijo León Febres-Cordero, líder del Partido Social Cristiano, a su contendor y rival Rodrigo Borja (Izquierda Democrática).