Los llamaron ‘los tres de Sarayaku’ porque Carlos Figueroa, Cléver Jiménez y Fernando Villavicencio se refugiaron en esa comunidad de la selva de Pastaza huyendo de la persecución del gobierno de Rafael Correa, que los enjuició por calumnias. Era marzo del 2014 y así se sumaban a otros grupos de activistas que vivían situaciones similares, como los ‘diez de Luluncoto’ o los ‘siete de Cotopaxi’.