“Porque creo en ti, Danielito”, le dice Isabel Noboa Pontón a su sobrino Daniel Noboa Azín, de 35 años, tras un acto que organizó en uno de los salones de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), en Samborondón, para que el candidato presidencial diserte ante un grupo de mujeres invitadas.

Ocurre a las 17:00 del 12 de julio pasado, cuando el candidato a la Presidencia de la República por la alianza ADN, de los movimientos PID y Mover, listas 4-35, termina su presentación sobre seguridad social y la generación de empleo, entre otros temas: “Me ha visto crecer y me ha visto convertirme en la persona que soy, es la madrina de mi hijo Alvarito”, afirma Daniel ante el gesto de su tía.

Isabel Noboa agradece a las presentes, agarra a su sobrino de la mano y ambos levantan el puño en señal de victoria, ante un auditorio de dos docenas de mujeres que aplauden.

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“Fue muy emocionante recibir su apoyo, ella es una de mis familiares más cercanas”, indica después Daniel, el hijo mayor de Álvaro Noboa y Anabella Azín.

Seguidamente, el postulante habla de la campaña: “Estaremos recorriendo el país... Se vienen días durísimos, cada día estamos en seis, siete cantones, parece una locura, pero eso es lo que estamos haciendo y esa es una de las razones por las que estamos subiendo. La gente quiere alguien que genere empleo”, dice.

Cuando les preguntan a los ciudadanos cuál es el principal problema del Ecuador, afirma Daniel, el 56 % responde que es la inseguridad. “Pero cuando se les pregunta cuál es su principal problema, allí hay respuestas que sumadas se centran en problemas económicos, como falta de empleo, alto costo de la vida”.

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El postulado de campaña del máster en administración pública de la Universidad de Harvard se centra justamente en la generación de empleo: “Tengo una gran preocupación por nuestros jóvenes que están sin rumbo, no tienen un futuro cierto y eso degenera en muchos problemas. Estoy convencido de que si les damos oportunidades de trabajo digno podremos sacar al país adelante ya que nuestros jóvenes están hechos de acero y corazón, hay que darles oportunidades de trabajo y capacitación y lo más pronto posible para reactivar la economía, el comercio y mejorarles la calidad de vida”.

La jornada de Daniel Noboa empieza ese día a las 04:30 cuando despierta en el último piso del edificio del Banco del Litoral, en Malecón y Tomás Martínez, adonde llega cuando está en Guayaquil.

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Apenas se levanta inicia sus ejercicios matutinos, que incluyen trotar ocho kilómetros en promedio al día.

Ese miércoles de julio desayuna tigrillo y antes de las 07:00 sale a radio Sucre en una furgoneta con los colores de su campaña para una entrevista presencial, en la que se compromete a reducir las tarifas del servicio de energía eléctrica: “En el gobierno de Daniel Noboa vamos a bajar la planilla de luz en un 22 %, con inversión pública y privada”.

Su recorrido sigue en el conflictivo Socio Vivienda, en el noroeste de la ciudad, con una brigada médica, uno de los legados de su madre Anabella, quien hacía lo mismo durante las campañas presidenciales de su esposo Álvaro Noboa.

“De mis padres aprendí muchas cosas, sobre todo la vocación de servicio. Siempre me he sentido muy agradecido con Dios por esto y principalmente por ver cómo mi papá y mi mamá siempre han ayudado a los más necesitados, dedicando siempre buena parte de sus vidas en esa tarea. También, obviamente por la parte económica, que me permitió formarme y ser empresario con corazón como lo es mi padre y lo fue mi abuelo (Luis Noboa Naranjo, artífice de la fortuna de los Noboa)”.

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En medio de su ajetreada agenda hace pausas, como cuando se detuvo a tomar un jugo de naranja natural en uno de los puestos alrededor de TC Mi Canal, justo después de dar una entrevista.

En sus visitas recuerda también las veces que acompañó a su progenitor. “Trabajé en la campaña de mi padre el 2006 y la viví completita. Recuerdo que íbamos tarde al debate del CNE (Consejo Nacional Electoral). Él vio un policía y se bajó del auto, se trepó en la moto y se fue solito para llegar a tiempo”.

Daniel Noboa es candidato a presidente de la República por la alianza ADN integrada por los movimientos PID y Mover (antes Alianza PAIS). En la gráfica con un simpatizante que lleva una camisa del desaparecido PRIAN. Foto: CORTESÍA

De estos tiempos destaca el famoso jingle que decidió seguir usando en su campaña actual con ciertas adaptaciones. “La campana de mi padre y su jingle no son políticas, es una campana de esperanza para los ecuatorianos, de tener el Ecuador que todos queremos. El jingle está muy identificado con ese sentimiento, esa aspiración, que comparto, de un país mejor para todos, sin odio y sin miedos”, afirma.

Se acerca el mediodía del 12 de julio, por lo que Daniel Noboa abandona Socio Vivienda y se dirige con su equipo de seguridad privada hacia el centro de Guayaquil para atender una entrevista en la revista Vistazo.

Justo al pie de ese medio, en las calles Aguirre y Boyacá, queda la camioneta con tonalidades violetas que lo espera. “Este es Daniel Noboa, el hijo de Alvarito”, dijo un transeúnte adulto a una adolescente que lo acompañaba, mientras observaban el automotor con la imagen del candidato.

Siempre influyó mi apellido, reconoce Daniel, “pero también me enseñaron a sintonizarme con aquellos que compartimos igualdad de ideales, de tratar a todos como iguales porque así nos hizo Dios, no de personas que están enfocadas solo en lo económico”.

En el intervalo no almuerza y acude a la disertación en la UEES con las empresarias. Más tarde, ya a las 19:00, aparece en un conversatorio en la Federación Deportiva Nacional del Ecuador (Fedenador), hasta pasadas las 21:00.

Recién ahí llega el momento de cenar arroz, menestra, carne y ensalada y de descansar de un intenso día con actividades varias por 17 horas.

Tras una jornada de trabajo o de campaña, lo primero que hace, cuenta, es ir a casa: “A ver a mi mujer y mis hijos, ellos son la razón de mi existencia. Me desconecto de todo”.

Daniel escogió vivir entre Montañita y Olón, en la costa de Santa Elena, justo la provincia por la que obtuvo una curul legislativa en la Asamblea disuelta por el presidente de la República, Guillermo Lasso, lo que derivó en las elecciones presidenciales anticipadas.

El candidato presidencial Daniel Noboa en un cotejo de fútbol en la provincia de Manabí. Foto: CORTESÍA

El candidato quiere desligarse de cualquier membrete ideológico, como cuando asumen que porque es empresario es de derecha, según afirma en la UEES. “Esos paradigmas en la nueva generación global hiperconectada con el mundo ya no cuentan, lo que sí hay es empresarios con corazón y otros que solo buscan el dinero”.

En el 2022, la banca nacional tuvo récord histórico de utilidades, señala Noboa, mientras hay más de 40.000 empresas, grandes, medianas y pequeñas, que están cerradas o cerrando y la están pasando muy mal, añade.

“Esto es porque los banqueros indolentes no generan empleo y cobran intereses de usura, que ahorcan y quiebran a los emprendedores. Vamos a bajar los intereses y abrir la banca del Ecuador para que vengan capitales en el corto tiempo con bajos intereses y buenos plazos que nos permitan echar a andar al país lo más pronto posible, nuestra gente ya no aguanta más”. (I)

Daniel Noboa en el encuentro con empresarias en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo, el 12 de julio pasado. Foto: Xavier Ramos
Daniel Noboa es candidato a presidente de la República por la alianza ADN integrada por los movimientos PID y Mover (antes Alianza País). Foto: CORTESÍA