Este próximo 20 de agosto, los ecuatorianos deberán volver a las urnas para elegir a un binomio presidencial que gobernará hasta mayo del 2025.

El proceso se da tras la declaratoria de muerte cruzada por parte del mandatario Guillermo Lasso que en mayo pasado, por lo cual también se elegirá a 137 asambleístas.

El artículo 11 del Código de la Democracia establece que el voto es obligatorio para los ecuatorianos mayores de 18 años, incluso para los privados de libertad sin sentencia condenatoria ejecutoriada. Mientras que es opcional o facultativo para quienes tienen entre 16 y menos de 18 años, así como para los mayores de sesenta y cinco años, los migrantes registrados en el exterior, los integrantes de Fuerzas Armadas y Policía Nacional en servicio activo, las personas con discapacidad y las personas analfabetas.

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Otro grupo que también es opcional el voto son los extranjeros que hayan residido legalmente al menos cinco años en el país y que se inscribieron en el Registro Electoral.

Pese a la obligatoriedad, no todos acuden a las urnas. El padrón electoral se cierra meses antes del día de las votaciones por lo cual constan ciudadanos fallecidos en esas semanas.

Para el proceso del 20 de agosto se utilizará el padrón electoral de las elecciones seccionales de febrero pasado, es decir, el que se cerró en julio del 2022 en el que constan 13′450.047 ciudadanos (409.250 residen en el exterior y 13′040.797 en el territorio nacional).

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Al momento de sufragar los ciudadanos tienen varias opciones: escoger un candidato o lista, contestar Sí o No a preguntas de consulta popular, anular su voto y dejar la papeleta en blanco.

En caso de no acudir a votar, las personas deberán pagar una multa del 10% del salario básico unificado (45 dólares).

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El ausentismo es otra de las facultades que tienen los ciudadanos el día de las votaciones, el cual no beneficia a candidato alguno ya que durante el conteo solo se consideran los votos válidos, es decir, aquellos que no hayan sido anulados o estén en blanco. Además no se considera que perjudica a algún candidato ya que es incierta la preferencia que tenía esa persona.

Para las elecciones presidenciales del 2021, 13′099.150 personas estaban facultadas para votar. Para la segunda vuelta acudieron 10′829.823 ciudadanos a las urnas y cerca de nueve millones de votos fueron válidos.

De acuerdo con cifras del Consejo Nacional Electoral, en cada elección se registra entre un 17 y 19% de ausentismo. (I)