En su primera participación como candidata a la Presidencia de Ecuador, Luisa González Alcívar, de 45 años, pasó a la segunda vuelta electoral. La abogada es la representante del partido de la Revolución Ciudadana y su compañero de fórmula es Andrés Arauz Galarza (38).

Hasta las 20:25, de esta noche, se han escrutado el 35% de las actas válidas: González saca el 33.35%, la siguen Daniel Nob0a con 24.35, Jan Topic con el 14.58, Fernando Villavicencio (asesinado hace más de una semana y su puesto lo ocupó Zurita) con 16.09.

Vida personal

Luisa tuvo su primer hijo a los 15 años. Luego “me divorcié a los 22 años, trabajaba muy duro, estudiaba. A mi familia le pedí que me ayude a cuidar al nieto, al sobrino. Fui madre soltera, como lo soy ahora mismo (con su segundo hijo)”, ha dicho en varias radios, y quien durante la campaña no aceptó las cinco solicitudes de entrevistas que pidió EL UNIVERSO.

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En su residencia en la parroquia Canuto, en Chone (Manabí), la presidenciable estudió la primaria en la escuela religiosa Mercedes, en Calceta, y la secundaria en Quito, en el colegio María Angélica Idrobo, donde se graduó de bachiller en abril del 2000, a los 22 años.

“A los 23 empecé a estudiar en la Universidad Central en Quito, nunca hubiera querido salir de mi tierra, pero tuve que salir para tener una mejor educación”, contó la actual candidata por el correísmo nacida en Quito –dice- “por circunstancias de la vida”.

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Del 2002 al 2003, Luisa combinó sus estudios universitarios con el trabajo en Unibanco S. A., en el que ganaba un sueldo de $ 196.

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Terminó sus estudios de Jurisprudencia en la Universidad Internacional en 2007, donde trabajó entre 2004 y 2005, luego se vinculó como asistente de abogados en Petroecuador.

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Formó parte del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, con un sueldo de $ 288, según los registros de la Contraloría y de la Seguridad Social.

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Su salto a la política con el PSC

Su incursión en la política se inició con la bandera del Partido Social Cristiano (PSC) en el 2007. En las elecciones del 30 de septiembre de ese año, su nombre figuraba entre los aspirantes a asambleístas de Pichincha por el PSC.

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El plan de trabajo que planteó González consistía en incluir la cadena perpetua, establecer un modelo de libre mercado, dar créditos baratos a comerciantes y agricultores y poder elegir entre un seguro social público o privado. Luisa se postuló como suplente de Denisse Rodríguez, quien fue Miss Internacional en 2006.

En la misma papeleta del PSC, pero como candidata principal constaba su madre, Ligia Alcívar Álvarez, licenciada en Educación, estudiante de Derecho y miembro del movimiento Alianza Verde Ecuatoriana. Ninguna, madre o hija, resultó electa para la Constituyente, que se instaló en noviembre del 2007 en Montecristi.

Se vinculó a la compañía Soluciones Integradas Solutions S. A. en ese año, dedicada a la comercialización de equipos electrónicos y a la producción de software. Su sueldo fue de $ 1.200.

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En esa firma trabajaba cuando incursionó en la política como candidata a asambleísta por el PSC, y ahí también regresó tras no ser elegida para la Constituyente.

En Solutions S. A. trabajó hasta febrero del 2008 y el siguiente mes pasó a la Presidencia de la República, donde se desempeñó como coordinadora de agenda estratégica presidencial, con un sueldo de $ 1.530.

“En la empresa privada es donde mejor me han pagado”, afirmó la candidata manabita en una radio, mientras que en un canal digital recordó que un exjefe le pidió que volviera a trabajar con él, pero no aceptó.

Se unió al correísmo

En la presidencia de Rafael Correa, González empezó su carrera en la función pública, donde suma unos quince años e incluye cargos en la Superintendencia de Compañías como directora de Recursos Humanos y luego como secretaria general; en el Ministerio de Relaciones Exteriores como coordinadora, secretaria 3, vicecónsul y más tarde cónsul general de Alicante (España); en la Secretaría de la Administración pública; en la Empresa Pública de Correos como asesora; en el Parlamento Andino como secretaria nacional y asesora; y en la Asamblea como legisladora.

De su cargo como secretaria de la Administración pública, Luisa fue incluida en un informe de la Contraloría que determina responsabilidades y una glosa por $ 880.473 por el uso de los aviones presidenciales.

La candidata tiene una maestría en Alta Gerencia y otra en Economía Internacional y Desarrollo, una de ellas se financió con un crédito del Estado (IECE) por $ 26.400, según reportó ante la Contraloría.

Luisa se desempeñó como asesora de la Empresa Pública de Correos en julio del 2017, cónsul en Alicante (España) en septiembre del mismo año y secretaria general de la Intendencia de Compañías en Ambato desde noviembre del 2017 hasta julio del 2018, según las declaraciones patrimoniales que presentó a la Contraloría.

También fue secretaria nacional y más tarde asesora del Parlamento Andino hasta 2019, en el periodo de su coidearia Pamela Aguirre.

En pandemia, Luisa asumió la secretaría del movimiento Revolución Ciudadana hasta las elecciones de asambleístas en mayo del 2021, cuando resultó electa e integró la Comisión de la Salud.

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Con un discurso que evoca el pasado, la década del correísmo, Luisa ofrece “seguridad, trabajo, bienestar”. En las entrevistas que acepta, la mayoría en radios locales y portales digitales, la única candidata mujer promete el “resurgir de la patria” y encabeza una campaña que tiene como ícono a un borrego, un término con el que la oposición califica a los partidarios del correísmo.

“Nos dijeron borregos, nosotros dijimos ‘bueno, orgullosos de ser borregos, soy la borreguita mayor’”, respondió Luisa, y también opinó sobre la corrupción en el régimen de Correa: “Casos de corrupción puede haber, que haya gente que tenga el corazón contaminado, que se le asigne un cargo público y que en vez de trabajar por la ciudadanía se corrompa y cometa actos de corrupción, puede ser, no se puede controlar a miles de servidores públicos”. (I)