De la foto de la unidad a las peleas en redes sociales y expulsiones. Así se ha movido la Revolución Ciudadana (RC), que lidera el expresidente Rafael Correa, en los recientes meses. Las pugnas internas son cada vez más evidentes, lo que algunos analistas políticos ven como algo “normal” luego de perder las últimas elecciones y las dos anteriores a esa.
La pelea más reciente ocurrió entre el ahora legislador independiente Sergio Peña, miembro de la Comisión de Desarrollo Económico, y la excandidata presidencial y presidencia del movimiento, Luisa González, y el secretario de la RC, Andrés Arauz.
Estos últimos lo cuestionaron por haber votado a favor del informe para primer debate del proyecto de ley urgente de solidaridad para combatir las economías criminales, enviado por el presidente Daniel Noboa a la Asamblea Nacional. Lo tacharon de traidor y desleal, a lo que él les dijo que por cosas como esa “ganó Daniel Noboa” y los llamó “manzanas podridas”. Finalmente lo expulsaron de la bancada.
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A nuestros votantes, a nuestra militancia y al país. pic.twitter.com/gX4f9e7p3n
— Luisa González (@LuisaGonzalezEc) May 29, 2025
Esto generó la reacción de la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga: “Duele ver en lo que están convirtiendo a la Revolución Ciudadana. El movimiento que construimos con compromiso y esperanza, que fue la primera fuerza política del país, hoy se diluye entre egos e imposiciones”. E hizo un llamado a la agrupación a “reaccionar”.
Duele ver en lo que están convirtiendo a @RC5Oficial. El movimiento que construimos con compromiso y esperanza, que fue la primera fuerza política del país, hoy se diluye entre egos e imposiciones.
— Marcela Aguiñaga (@marcelaguinaga) May 30, 2025
Esto ya no se parece al proyecto colectivo que defendimos.
He resistido, he…
Pero antes, el 15 de abril, una semana después de la derrota de González en la segunda vuelta electoral, Mónica Salazar, la entonces legisladora electa de Los Ríos por la RC, anunció que se separaba del grupo, pues la dirigencia la había marginado de las decisiones en su provincia, que actuaría como independiente y que el presidente Noboa contaría con su voto —en la Asamblea Nacional— “siempre que sus decisiones sean favorables para el pueblo”.
Pero Alexis Mera, exsecretario jurídico de Correa, dijo en redes sociales que ella se había marchado porque tenía una deuda millonaria con la banca pública y quería que el Gobierno se la perdonara: “¿Saben por qué se vira? Porque le debe al Gobierno (CFN) $ 965.000 que no paga hace siete años. ¿Le cobrarán ahora? El resto de sus explicaciones cabe para retr... mentales…”, publicó el exfuncionario.
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Saben por qué se vira? Porque le debe al Gobierno (CFN) US $ 965.000 dólares que no paga hace 7 años. Le cobrarán ahora? El resto de sus explicaciones cabe para retrasados mentales… https://t.co/rSXUR06Tch
— Alexis Mera (@alexis_mera_g) April 16, 2025
La legisladora le respondió calificándolo como “vieja chismosa” y acusándolo de actuar de manera poco profesional, ya que aseguró que ella contrató sus servicios de abogado.
Con Peña y Salazar fuera, la bancada de la RC perdió dos curules; ahora tiene 65.
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En tanto, el bloque se reunió por primera vez con González para definir algunas líneas de trabajo el 22 de abril y aprovechó el momento para tomarse una foto y mostrar la imagen de unidad, ya que días antes —y se había comentado en redes sociales—, además de Salazar, saldrían otros más que estaban inconformes.
“Creyeron destruirnos, no pensaron que somos semilla... Somos el progresismo, el sueño de un país, somos las becas, la educación, somos la salud, las carreteras, somos el servicio público de calidad, somos la universidad de altos estándares, somos el jaguar latinoamericano... Hoy somos la resistencia, la que no se cansa. Somos la bancada ciudadana”, fue el mensaje que colgaron junto con la gráfica.
Creyeron destruirnos, no pensaron que somos semilla…
— Bancada Ciudadana (@BancadaRC5) April 22, 2025
Somos el progresismo, el sueño de un país, somos las becas, la educación, somos la salud, las carreteras, somos el servicio público de calidad, somos la universidad de altos estándares, somos el jaguar latinoamericano…… pic.twitter.com/HwiusvU7vs
Unos días después se conoció el contenido de otros chats de los celulares del exconsejero de Participación Ciudadana Augusto Verduga, parte del caso Liga2, en los que la legisladora Ana Belén Yela se refiere a Ana María Raffo como “diezmera”. Esta última la desmintió a través de la red social X y le puso una denuncia penal por calumnia.
No tiene sentido este tweet, estoy en mi legítimo derecho de contratar a quien me parezca.
— Aquiles Alvarez Henriques (@aquilesalvarez) May 27, 2025
Lo doloroso es ver cómo se prefiere atacar públicamente al abogado que me defiende, a criticar en silencio y esperar que se solucione mi caso; así no esté de acuerdo con mi abogado.
Lo… https://t.co/McaBObjirj
También el expresidente Correa tuvo, en esta última semana, un cruce de publicaciones con el alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, quien ganó el cargo bajo el paraguas de la RC.
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Correa se burló de Ramiro García, quien es abogado de Alvarez en el caso Triple A. Y él respondió que le daba mucha pena la actitud del exmandatario y que le parecía una falta de respeto.
Lo que dicen los analistas
Los analistas políticos Sebastián Salazar y Cristian Carpio coinciden en que todo lo que está viviendo la RC surge de la derrota en las últimas elecciones, pero que hay otros factores.
“Sin duda, el primer elemento que influye en la situación del correísmo es la derrota en la primera y segunda vuelta electoral, luego que anunciarán una perspectiva muy diferente a lo ocurrido, decían que sería una votación cerrada, pero luego de una victoria contundente de Daniel Noboa, con más de un millón de votos, y sin argumentos muy creíbles de “fraude” quedó sellada una nueva derrota", explica Salazar.
Las reacciones de varios de los actores de la RC fueron una primera señal de las fisuras, advierte el académico: las autoridades locales como Pabel Muñoz, alcalde de Quito; Paola Pabón, prefecta de Pichincha; Aquiles Álvarez, alcalde de Guayaquil; y Marcela Aguiñaga, prefecta del Guayas, reconocieron la derrota y felicitaron Noboa, mientras que Correa y González lo desconocieron.
“Esto dejó ver que la postura de ‘malos perdedores’ solo marcaba una nueva distancia con el electorado que votó sin una filiación política, que no es militante y que, de hecho, ve con cierto recelo a la política”, dice.
Agrega que la escasa presencia de la RC en los órganos de control de la Asamblea, como el Consejo de Administración Legislativa (CAL) y las presidencias de las comisiones legislativas, ha dejado “sin espacio de acción a los asambleístas, quienes ven que no existe mayor liderazgo en la conducción de la bancada, ahora en minoría y oposición al oficialismo, precisamente porque no logra exponer y articular una propuesta de agenda o temas para el país”.
Un elemento que jugó un poco en las elecciones, pero que tiene un papel muy fuerte dentro de la organización, tiene que ver con los chats de Verduga, “en los cuales se ve una militancia enfrentada, que actúa con resentimientos, con marcados cuestionamientos y que reconoce errores de sus dirigencias”.
“Sin duda, al estar desligados del ejercicio de poder en la Asamblea y otros espacios, como el Consejo de Participación, la RC ha perdido la capacidad de reacción, ha perdido tracción y además enfrenta una crisis de liderazgo. En mi opinión, precisamente porque ha marcado una distancia con las demandas sociales, con el electorado, hoy el discurso del ‘retorno de Rafael Correa’, la ‘libertad de Jorge Glas’ o el ‘antes estábamos mejor’ no son elementos que aglutinen respaldo. ¿Tendrá el correísmo la capacidad de recomponerse de la peor crisis desde el rompimiento con Lenín Moreno? Parece difícil”, advierte.
En tanto que Carpio dice que es “normal” que luego de perder una elección haya “fracturas” en los partidos políticos.
“Sin embargo, lo que agudiza esta crisis es la falta de legitimidad de algunas figuras que son líderes, como Andrés Arauz y Luisa González; así como la lejanía de Correa, que ya se está sintiendo con mas fuerza y por ello pareciera que ya no tiene el control del movimiento dentro del país”.
Incide, además, el hecho de que un gobierno popular como el de Noboa “esté generando incentivos para atraer a asambleístas de la RC que no han sido militantes fieles y, especialmente, la renuencia al cambio, que se evidencia cuando ponen los mismos candidatos y plantean las mismas propuestas”. (I)