“Mensualmente depositaba $ 200 desde agosto del 2018 hasta febrero de este 2023 con el sueño de tener mi casa propia. Llegaron dos veces unos trabajadores de G Construcciones, hicieron unos huecos en el terreno en donde antes tenía sembrado y ahí dejaron hasta la fecha. Ahora todo está lleno de mala hierba”, dice desilusionada una de varias personas que se sienten perjudicadas por una empresa que oferta la construcción de vivienda popular.