A algunas les dijeron que eran ‘malas’, ‘mentirosas’, ‘que no valían’. Se los dijeron tantas veces, que se lo creyeron. Se lo dijeron los seres que ellas más amaban, y los que más decían amarlas. Se miraban al espejo, pero no apreciaban lo que tenían delante. A otras, un profundo dolor debilitó su fortaleza, las hizo tocar fondo. No podían levantarse solas, no pidieron ayuda o nadie creyó que la necesitaban.