El cuerpo de Édgar Cabrera Reyes, de 33 años, fue encontrado dentro de una fosa común en la casa de su hermana que está en el extranjero y que solía frecuentar para cobrar el arriendo en el barrio Simón Bolívar del cantón Pasaje, provincia de El Oro.

La presencia de seis patrullas e igual número de motos policiales en la zona alarmó a los moradores del sector, quienes se mostraron aterrados al conocer que su vecino estaba muerto y lo hallaron enterrado en el patio de la casa.

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“Yo vivo desde hace 17 años aquí y nunca habíamos experimentado nada igual. Supimos que nuestro vecino, que pese a no vivir aquí lo consideramos como tal, estaba desaparecido y ahora estamos con miedo con esta terrible noticia”, dijo una moradora que prefirió el anonimato.

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Valeria Arízaga, esposa de la víctima, buscaba a Cabrera desde que desapareció el lunes 13 de noviembre. Aquella mañana ella se despidió de él para irse a trabajar, sin imaginarse que era la última vez que lo vería con vida.

Durante el día le habría escrito a través de WhatsApp, pero nunca recibió respuesta. Al retornar a su casa a las 16:00 no lo encontró. Esperó que sean las 18:00, hora habitual a la que solía regresar de trabajar, y tampoco llegó.

En ese momento inició su búsqueda. Llamó a sus hermanas y cuñados para preguntar por Édgar. Algunos le dijeron que no lo habían visto, incluso fue a la casa de sus padres, pero tampoco lo encontró.

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Ya en horas de la noche tuvo la primera pista. Le dijeron que lo vieron a bordo de una motocicleta que iba en dirección a la etapa 1 del sector Simón Bolívar, por lo que ella presumió que fue a cobrar el arriendo de la casa de su cuñada.

Al ir a la casa donde viven los arrendatarios, Manuel G. les dijo que el hombre nunca había llegado, incluso días atrás le había pedido $ 500, pero solo le había prestado $ 300 en billetes de $ 100.

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Esta novedad causó intriga en Arízaga, quien aseguró que su esposo nunca le había comentado esto.

La intriga aumentó cuando la esposa del arrendatario había enviado audios a la dueña de la casa indicando que le había prestado 10.000 dólares a su hermano Édgar, por lo que tras denunciar la desaparición en la Fiscalía, retornaron a la vivienda con agentes policiales para volver a preguntar si habían visto a Cabrera, pero nuevamente lo negaron.

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Una fuente policial mencionó que al iniciar las indagaciones conocieron que Cabrera sí llegó a la casa, según imágenes captadas por cámaras de seguridad, pero nunca habría salido.

Por ello, pasadas las 18:00 de este viernes 17 de noviembre ejecutaron un allanamiento, revisaron la vivienda y verificaron que en el patio había tierra removida.

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Al introducir un palo en el área, salió un olor nauseabundo, percatándose de que el cadáver del hombre de 33 años estaba enterrado en el lugar.

Por este hecho se aprehendió a Manuel G. S. como uno de los principales sospechosos de la desaparición y muerte de Cabrera. (I)