Después de la última masacre carcelaria, que ocasionó 44 fallecidos en la cárcel de Santo Domingo de los Tsáchilas, el lunes 9 de mayo, la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, dirigida por Michelle Bachelet, expresó “su profunda preocupación por la constante violencia en las cárceles del país, donde han fallecido cerca de 400 reos en menos de dos años”.