J. Z. es uno de los tres jóvenes denunciados por una compañera del colegio por supuestamente haberla agredido sexualmente en un viaje de fin de curso que se dio en noviembre pasado en un resort de Punta Cana, en República Dominicana.

Este lunes 1 de abril el abogado Luis Coto Heredia, quien lo representa en el país, reveló que a la denunciante le habrían realizado cuatro valoraciones ginecológicas en las que aseguró que no se habría encontrado la proteína P30 (líquido seminal), por lo que indicó que su defendido, un joven que acaba de cumplir 18 años, no se presentaría para entregar una muestra de ADN.

“No hay nada con qué comparar, para qué quieren una muestra”, manifestó el abogado.

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Él detalló que supuestamente a la víctima le hicieron la primera pericia ginecológica el 28 de noviembre en Guayaquil, tras poner la denuncia.

Dijo que al día siguiente, el 29 de noviembre, en una clínica privada de la ciudad, se hizo otra revisión y que el 30 de noviembre le practicaron un tercer examen ginecológico en Guayaquil.

Coto sostuvo que en República Dominicana, el 8 de diciembre, se hizo una cuarta revisión ginecóloga a la joven que denunció haber sido agredida la noche del 24 de noviembre.

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El abogado descartó que la denunciante haya sido “escopolaminada”, como lo aseguró su abogado, Fernando Rosero, a la prensa.

Aclaró que la denunciante habría estado bajo los efectos del alcohol el día de la supuesta agresión porque habría estado bebiendo desde el mediodía y aseguró, con fotos de redes sociales, que ella portaba una pulsera roja que le daba acceso a bebidas de manera ilimitada.

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También insistió en que no hay ningún examen toxicológico que indique que la víctima haya sido drogada.

El abogado reveló incluso que el 25 de noviembre ella había escrito un mensaje a J. Z.

“Al día siguiente de la supuesta agresión sexual la joven le escribió a mi defendido por WhatsApp para decirle que había dejado olvidadas sus zapatillas en algún lugar del hotel y esos mensajes los tenemos y van a ser periciados”, agregó el abogado que indicó que ese día (25 de noviembre) las actividades de los estudiantes y sus padres siguieron con normalidad y que la hoy denunciante y su madre incluso fueron a la última fiesta, antes de regresar a Ecuador.

J. Z. aseguró a su defensa que nunca fue a la habitación de su compañera, donde, según la denuncia, habría ocurrido la agresión e insistió en que la revisión de los videos del hotel comprobarían eso.

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Estos videos, según el abogado Coto, aún no habrían sido periciados por la Fiscalía La Altagracia, en República Dominicana.

El resort no entregó el material videográfico a los padres ni abogados sino que estaría remitiéndolos directamente a la Fiscalía.

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El abogado del estudiante también comentó que la joven denunciante sí había subido a la habitación de su defendido y que después ella se fue, pero sin él.

Coto considera importante revisar si algún otro joven la siguió y pidió que, de haberse dado la agresión sexual, que se haga justicia.

El abogado de J. Z., además, señaló que entre Ecuador y República Dominicana no hay un convenio de extradición entre adultos, menos aún un convenio que se aplique a menores de edad, por lo que aseguró que los denunciados no serían arrestados. (I)