Un día más de dolor y de impotencia vivirán este martes los familiares de Santiago Jaramillo Andrade, el ciclista de 33 años que falleció al ser embestido, junto con un amigo, por el conductor de una camioneta en la av. Samborondón, el 17 de agosto de 2020, alrededor de las 23:30, a la altura del ingreso a la Isla Mocolí, en Samborondón.

Ha pasado un año y todavía no hay justicia por esta muerte, dicen sus parientes, pese a que el responsable está identificado y admitió su culpabilidad ante las autoridades para acogerse al procedimiento abreviado, mecanismo que le permite pasar menos tiempo en la cárcel, entre 20 y 40 meses frente a los cinco años que le pueden dar por haber causado el accidente que mató a Jaramillo Andrade, ya que iba a exceso de velocidad, según la Fiscalía.

Aquel 17 de agosto de 2020, Jaramillo, un ciclista conocido en Samborondón y en Guayaquil por rescatar a los animales que encontraba en su camino, iba pedaleando junto con su amigo Marco Caizapanta, como hacían cuatro veces a la semana, en una zona que aparentemente era segura para ellos, ya que estaban fuera de los carriles de circulación vehicular, de acuerdo con las investigaciones en aquel entonces. Y ahí, una camioneta los embistió. Primero a Caizapanta (que voló por los aires y cayó en posición fetal en el pavimento) y luego a Jaramillo, según lo que en su momento contaron testigos. Y el causante del accidente huyó del sitio.

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En febrero pasado se hizo la reconstrucción de los hechos, en la que participó también el conductor de la camioneta que admitió su culpa. Foto: Archivo EL UNIVERSO

Al inicio de este hecho, el fiscal Reinaldo Cevallos decía que era probable que el conductor de la camioneta hubiese ingerido alcohol antes del accidente, pero aquello no se pudo comprobar porque no fue detenido en flagrancia (en las primeras 24 horas del delito, como dicta la ley) porque huyó. Incluso al inicio se desconocía quién fue el causante de este suceso que terminó con la vida de Jaramillo. No obstante, por videos y fotos se dio con el implicado que ese día manejaba la camioneta de su mamá, a la cual ya le habían cambiado el capó que evidenciaba el accidente.

Al año del accidente que provocó la muerte de Jaramillo, su familia sigue en la lucha. Han tenido que pasar entre la depresión, la ansiedad y la impotencia por las trabas que cada vez se dan en este caso, en el que todavía no hay sanción para el responsable pese a que ha aceptado su culpa, sostienen sus parientes.

Aún no hay justicia, lo último que se hizo (en mayo de este 2021) es que un juez encargado le quitó la prisión preventiva al culpable, dándole medidas sustitutivas como la prohibición de la salida del país, el uso de grillete electrónico y que se presente a la Fiscalía de Samborondón...”, cuenta Ornella Zambrano, viuda de Jaramillo.

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Por medio de una foto de la camioneta con el capó dañado, que pudo conseguir el fiscal que lleva el caso, se dio con el responsable del accidente. Foto: Carlos Barros

Ante esto, considerado una burla y un retroceso para los familiares del ciclista, ellos presentaron un recurso de hecho para que se revise la actuación del juez que ese día revocó la prisión preventiva.

No obstante, la Corte les dio fecha para aquello en noviembre de este año. Por eso, la familia del ciclista optó por desistir de este último recurso para que pueda continuar el proceso judicial contra el implicado y se realice la audiencia respectiva para imponer la pena. El conductor de la camioneta está identificado como Christian A. G., quien tenía 22 años al momento del accidente. Ahora tiene 23.

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Aquella audiencia no puede hacerse todavía porque los documentos deben regresar de la Corte a la Fiscalía de Samborondón, dice la viuda.

Santiago Jaramillo y su esposa, Ornella Zambrano. Foto tomada de su cuenta Facebook.

Pedimos que se haga justicia, que se revise y se revierta esa medida que le pusieron (levantamiento de la prisión preventiva), porque no es justo que esta persona (quien aceptó haber atropellado a Jaramillo y a otro ciclista que logró sobrevivir) siga viviendo su vida como si no hubiese hecho nada... No es justo que no reciba un castigo como tal. Debe pagar por lo que hizo, simplemente eso”, expone Zambrano.

Ella comenta que los padres de Jaramillo han quedado devastados, ya que además de perder a su hijo (un joven ejemplar, como lo califican) han tenido que vivir un largo, agotador y tortuoso proceso sin resultados aún. Para todos, agrega, ha sido un año caótico.

“Pedimos a la justicia mayor celeridad en este caso... y que nadie más tenga que pasar por esto”, insiste Zambrano.

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Este martes participarán en una misa por el primer año del fallecimiento de Santiago. Será a las 18:00 en la iglesia San Josemaría, en Samborondón, y colocarán una bicicleta blanca, a las 19:00, en el lugar del accidente. Ahí se reunirán también amigos y parientes de Jaramillo, que siguen buscando justicia. (I)