Los moradores de La Atarazana encadenan sus carros a los cerramientos para evitar que se los roben. Carlos C., a quien le vaciaron su casa días atrás, consiguió una gran cadena y aseguró su vehículo porque dice que también se lo pueden llevar.

El hombre contó que días atrás salió con su familia de viaje y que cuando regresó el lunes muy temprano - porque los niños tenían clases virtuales- se llevaron la desagradable sorpresa. Les habían abierto las puertas y les vaciaron la vivienda de dos pisos ubicada en la manzana C1.

Se llevaron televisores, computadoras, relojes, joyas, ropa y hasta el sistema de cámaras que tenía la vivienda, indicó el perjudicado.

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“Todo pasó el domingo que cayó un aguacero fuerte, los vecinos no escucharon nada, pero aquí hay un guardia que parece que no cuida nada sino que nos vigila”, expresó el hombre mientras inspeccionaba cómo reparaban las rejas y se instalaba una cerca metálica en el techo para evitar que más adelante se metan por el tumbado.

Un vecinos instala un malla de seguridad en su techo para evitar que los ladrones vuelvan a entrar a su casa. Foto: Jorge Peñafiel

Carlos C. vive en un angosto callejón de La Atarazana. A escasos cinco metros de su casa está la vivienda de David C., quien hace seis meses al llegar de su trabajo también descubrió que le habían vaciado la casa.

Su esposa salió a las 17:00 con los niños. Cuando llegó David a las 20:30 ya encontró las puertas abiertas. Al igual que en la casa de Carlos C. se le llevaron televisores, computadoras, ropa y joyas.

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“Nadie vio nada, ni el guardia. Parece que estuvieron vigilando y actuaron cuando la casa quedó sola”, indicó el perjudicado.

Los vecinos de la ciudadela Atarazana hasta encadenan los carros por temor a los delincuentes. Foto: Jorge Peñafiel

Pero en ese sector del norte de Guayaquil no solo les preocupa el robo de carros o a domicilios. En septiembre, un ladrón le propinó un brutal ataque a una mujer para robar sus pertenencias. El asalto fue a plena luz del día y en el medio de un callejón cercano a las casas de David y de Carlos. El video se compartió y puso en alerta a los vecinos que crearon más chats con la Policía.

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Los moradores de La Atarazana contaron que hace un par de meses un sujeto se llevó una motocicleta de los exteriores de una villa en la manzana D-5. La grabación fue compartida entre el vecindario.

Además, agregan que un local de comida que se encuentra en la intersección de las avenidas Nicasio Safadi y Carlos Luis Plaza Dañín, de la misma ciudadela, también fue objeto de un violento robo meses atrás y que se agredió brutalmente a un cliente.

Tras estos casos, la Policía instaló alarmas comunitarias que supuestamente son atendidas por el retén policial que se encuentra cercano al parque principal.

Del mismo modo, los vecinos esperan que algunos parques puedan cerrarse en la noche para evitar que se conviertan en espacios para el consumo de drogas o que parejas mantengan relaciones sexuales. Estos sitios también han sido tomados por los denominados ‘chamberos’, denunciaron los moradores.

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Otro sector que mantiene en alerta a los moradores de La Atarazana son los pasos a desnivel ubicados en la av. Pedro Menéndez Gilbert. Ellos indicaron que en septiembre fueron desalojados varios ciudadanos extranjeros que se habían tomado esos sitios.

Allí consumen drogas, amedrentan a los transeúntes, ponen en riesgo a los menores de edad que viven con ellos. Entre ellos, también se mezclan sujetos que cometen fechorías en las manzanas M y L, denuncian los vecinos que están muy activos en el chat comunitario que administra la Unidad de Policía Comunitaria de La Atarazana. (I)