“¡Vamos a exorcizar al país de sus males y a limpiar su alma!” es el compromiso que dijo asumir José Carlos Tuárez, al haber llegado a la presidencia del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) la semana anterior.

Exorcismo es un ritual para liberar a una persona o a un colectivo social del sometimiento al demonio o a la brujería o a otras fuerzas malignas.

El demonio usualmente se resiste y contraataca. ¿Será por eso que desde la propia Orden de Padres Dominicos, a que por años perteneció Tuárez, su superior, el 24 de enero de 2019, cuestionó la declaración de sus méritos –tema ahora reactivado– y se le prohibió ejercer el ministerio sacerdotal; y una señora denuncia la apropiación de activos no declarados?

Tuárez fue el vocal más votado por la ciudadanía dentro de los del género masculino, 892.952 votos, y designado presidente por cuatro de los siete vocales del CPCCS. El segundo más votado, de los del género masculino, fue Walter Javier Gómez Ronquillo –807.705 votos–, líder del activismo LGBTI del Ecuador.

Los dos fueron parte de la papeleta promovida por Rafael Correa.

Soy católico practicante

Lo digo con profunda fe. Me gradué en colegio laico y en universidad estatal, no soy de los que han asistido a misa o celebración religiosa bajo control de asistencia, sino que lo he hecho –y aspiro a seguir haciéndolo– por mi creencia religiosa.

He rechazado que a una persona divorciada –cuando además del matrimonio civil fue casada por la iglesia– se le nieguen los sacramentos, y de esto he hecho una causa de justicia. La jerarquía eclesiástica lo sabe.

No callo, cuando discrepo, en temas que pienso debo cuestionar.

‘Con mis hijos no te metas’

Es una corriente de expresión que surgió en el Perú en diciembre del 2016, desde sectores católicos, como oposición a los enfoques de género, acusando que atrás del reconocimiento de derechos a los GLBTI están quienes quieren cambiar las orientaciones sexuales de los niños o utilizarlos para sus perversiones.

La acusación olvida que entre los que más se han metido con los hijos ajenos están quienes asumieron la religiosidad como el anzuelo para lograrlo.

En el propio Perú estuvo el Movimiento Sodalicio de Vida Cristiana, iniciado el año 1971.

Su vicario general, German Doig Klinge, murió el 2001 y fue postulado para beato; pero la causa tuvo que suspenderse el 2011, cuando se recibieron varios testimonios en que refiriéndose a él los declarantes, posiblemente sin querer formular imputación alguna, casi con ingenuidad, decían “era muy cariñoso” o “me cogía la mano” y algo más grave “para mortificarnos, nos quedábamos desnudos y hacíamos ejercicio de energía, masturbándonos”.

Al superior, Luis Fernando Figari, lo conocí en Guayaquil, a fines de los años 90, él y otros fueron tardíamente procesados penalmente en el Perú, pero ya habían salido de ese país, con protección y encubrimiento de la Iglesia, que no quería que le afectara el escándalo. El Vaticano los sancionó eclesiásticamente el año 2017.

El cura César Cordero

Nació el año 1927, fue nieto del poeta y expresidente del Ecuador Luis Cordero.

Por más de seis décadas aparecía con una carrera destacada en Cuenca y en el Ecuador. Fue párroco, fundó los jardines de infantes Vicente Escandón y Rafael Campoverde Galán; las escuelas Miguel Ortiz, Arzobispo Serrano y Jesús Cordero Dávila, los colegios Miguel Cordero Crespo y Elena Moscoso; talleres de enseñanza; el Hospital Universitario Católico de Cuenca; el canal de televisión Telecuenca; la radio Ondas Cañaris y la Editorial Universitaria Católica.

La Universidad Católica de Cuenca, con sedes en Azogues, Cañar, La Troncal, Macas, Méndez y Tena, fue su gran obra.

Recibió doctorados honoris causa, múltiples condecoraciones nacionales, de su provincia y de la ciudad de Cuenca. En varios establecimientos se le levantaron estatuas. Una de estas, en la fachada de la Basílica de Cuenca.

Por años, la jerarquía católica recibió denuncias que no investigó, hasta que el tema estalló en abril del 2018. Todo se le vino abajo. Eran decenas las víctimas sexuales del cura, muchos ya murieron. Bajo la legislación de la época todas esas infracciones están ya prescritas.

El cura Cordero guardó silencio, a los 91 años, cuando la Iglesia le prohibió hacer declaraciones, pero antes, en forma insolente, había expresado: “Me parece que en el tema de los abusos se da una cierta complicidad, puesto que aquel que quiere mantenerse íntegro no permite que el abuso tenga lugar…”.

El matrimonio igualitario

De haber tenido que votar en lo resuelto en la Corte Constitucional, no lo habría hecho en la literalidad en que se tomó la resolución.

Pero sí debo defender la justicia de que una pareja que forme un hogar, aun cuando no sea heterosexual, lo haga; y haya deberes y derechos en la pareja.

Hay circunstancias diversas, orgánicas, biológicas, que llevan a que no resulte exacto aquello de que solo se sea hombre o mujer. Tampoco es cierto que todo GLBTI es un pederasta, o un cura Cordero o un sodalicio violador. ¿Puede haberlos?, claro que sí, como también los habrá entre heterosexuales.

Coincido con el presidente Moreno

En varios temas discrepo con las acciones de gobierno y cuestiono sus omisiones, cuales son –entre otros– los casos de avances muy limitados en decisiones y acciones, incluyendo prevención, contra la corrupción, como que los recelos rebasan a lo que debe hacerse; y, en lo relativo a la violencia, que en las calles y en las cárceles es evidente que responde a acciones de mafia y no se trata de solo hechos aislados, pero en lo de la sexualidad y el matrimonio igualitario acojamos su sugerencia, actuemos y hablemos con sensatez y prudencia, por el bien de todos. (O)

Lo digo con profunda fe. Me gradué en colegio laico y en universidad estatal, no soy de los que han asistido a misa o celebración religiosa bajo control de asistencia, sino que lo he hecho –y aspiro a seguir haciéndolo– por mi creencia religiosa.