Con excelente criterio y con el fin de ahorrar combustible subsidiado, se dispuso que cada feriado no se cobrara peaje en Chongón, para que el tráfico fluya y no se formen largas colas de vehículos por horas. Sin ningún sentido común también se dispuso hace algún tiempo el cierre de los retornos que facilitaban el regreso de los autos que, dirigiéndose en sentido Guayaquil-Chongón necesitan circunvalar hacia el sentido opuesto para llegar a las urbanizaciones que quedan en el margen de regreso a la ciudad. ¿A quién se le ocurrió semejante despropósito?

¡Entre el retorno 1 y el retorno 2 hay 4 kilómetros de distancia!, y son muchas las urbanizaciones que se encuentran entre estos. Para llegar a nuestros hogares miles de conductores nos vemos obligados a avanzar hasta el retorno 2 para virar en “U”, y posteriormente ingresar por el único acceso al carril de servicio ubicado un kilómetro más abajo, y recorrer varios kilómetros con el ineficiente gasto diario de combustible. ¿Han calculado cuánto combustible se dejaría de desperdiciar con retornos en cada kilómetro donde los semáforos normarían los giros? La vía a la costa merece un plan de reingeniería total que contemple reubicación de la ciclovía al estilo de la avenida Rodríguez Bonín, junto a la vereda de las urbanizaciones; no donde peligrosamente está actualmente entre dos vías de alto tránsito. Incluso ese espacio se necesita para una futura ampliación de la carretera, cuando el nuevo aeropuerto empiece a funcionar. Y se necesitan más accesos de ingreso y salida al carril de servicio. ¡Qué difícil es salir y entrar rápidamente en casos de emergencia! El plan vía a la costa con reingeniería total es una necesidad urgente y prioritaria.(O)

Abel Fabrizzio Jara Espinoza,

licenciado en Comunicación, Guayaquil