El presidente Lenín Moreno posesionó el mes pasado al Ing. José Agusto Briones como ministro de Energía y Recursos Naturales no Renovables del Ecuador. Se abriga la esperanza de nuevos rumbos en esta importante cartera de Estado que controla los sectores de petróleo, electricidad y minería. El funcionario es un fluminense con vasta experiencia en el sector planificador estatal. De acuerdo con sus expresiones, cuatro serán los ejes de su gestión: 1) promover un pacto social energético para generar recursos que financien los programas sociales que impulsa el actual gobierno; 2) fortalecer bases para una inversión sostenible enfocada en la parte social; 3) promover la eficiencia institucional a través de la optimización de recursos del sector; y 4) desarrollar los recursos naturales en forma responsable.

Ya se hicieron los primeros cambios en este sector estratégico y entiendo que pertenecen al círculo cercano del flamante funcionario. Algunos nombres con sus respectivos antecedentes he podido indagar y no se los conoce salvo alguna excepción que viene del sector privado. Sin embargo, como ha sido práctica de este gobierno en casi todos los sectores, se involucran funcionarios con antecedentes del régimen correísta y de qué nivel. Sobre este tema he comentado a través de esta columna en forma reiterativa, pero no se toman los correctivos para despojar de manera definitiva la presencia de indeseables en la actual administración y ciertas autoridades insisten en mantener a funcionarios que poseen un pasado oprobioso, y mantenerlos aun a riesgo de sus propios planes de gestión. Pongo un ejemplo: se nombra a un ingeniero de apellido Rodríguez, el mismo que llegó al Viceministerio de Hidrocarburos como asesor y alto funcionario en tiempos del viceministro Carlos Pareja Yannuzzelli; tuvo en sus manos varios proyectos estratégicos para el país y lo nombraron viceministro encargado en el nefasto gobierno anterior justamente en el momento que EP Petroecuador negociaba y aprobaba desfavorables operaciones de crédito con empresas chinas. Durante su gestión posesionó al Ing. Pedro Merizalde como gerente de la estatal petrolera. Esto, de ninguna manera, constituye una acusación. Pero cómo puede un funcionario actuar con sentido crítico si él fue parte de la anterior administración que asesoró para tomar decisiones polémicas que en la actualidad mantienen a sus exjefes en calidad de detenidos, prófugos y acusados. Precisamente a esta clase de funcionario se le abre las puertas en EP Petroecuador, Petroamazonas, etcétera.

Es improcedente este tipo de decisiones, porque con los antecedentes que posee el referido funcionario, el nuevo ministro deberá tener mucho cuidado. Repito la pregunta a los amables lectores: ¿Acaso no hay otros nombres para que ocupen esos cargos? ¿Qué tipo de análisis se hacen en el sector petrolero para emitir nombramientos?

En fin, solo queda desearle suerte al flamante ministro. Si sale avante con sus cuatro ejes de gestión, seguro el país ganará. (O)