Hace unos meses por este medio le sugerí al Ministerio de Transporte y Obras Públicas que se dieran un paseo por ese infierno de carretera Bucay-Pallatanga-Colta-Riobamba, para que constaten personalmente los graves peligros que sortean las personas que transitan por esos ‘cráteres’ o huecos. También mencioné el puente Sal si Puedes, está destruido, que le pintaron las barandas para que aguante más. ¿Qué están esperando, que se mate más gente para ponerse a trabajar?

Digo al ministro Gabriel Martínez que la carretera Guayaquil-Ambato es de suma importancia, y que debe priorizar (según sus propias expresiones en el Diario EL UNIVERSO el martes 19 de noviembre de 2019) el desarrollo de ciertas carreteras. Existe la figura de concesión al sector privado –que también menciona– que ya debería darse para el constante mantenimiento de esta abandonada vía, especialmente desde Bucay a Riobamba.(O)

José Guillermo Rendón de la Cuadra,

abogado, Guayaquil