La agresión sonora que sufren los habitantes y turistas a lo largo del malecón de las playas de la provincia de Santa Elena, específicamente me refiero a la comuna de Olón, no es controlada.

El día sábado 8 de febrero entre las dos de la tarde y más allá de las siete de la noche, en la playa de Olón situaron una tarima sobre la arena al lado del mar, en medio de todos los bañistas, con el pretexto de presentar un evento artístico, para entretener a los turistas y a las familias locales. El ruido, es decir, la agresión sonora, repito, que sufrimos las personas por el exagerado volumen de la amplificación de los altoparlantes, me ha motivado a escribir esta carta.

Exhorto y recomiendo a los organizadores, auspiciantes, de estos eventos, que en el caso específico de Olón, como por los micrófonos mencionaban a cada rato, insistentemente, a los funcionarios del Municipio de Santa Elena, y que si este tipo de escándalos se hacen con dinero propio no se justifica, pero si la factura de gastos sale de entidades del Estado, con mucha más razón reclamo ya que es el dinero de todos los ecuatorianos.

Las tarimas con altoparlantes, música, ya es un ‘estilo’ y manera de celebrar en nuestras playas en las fechas vacacionales, los feriados, con escándalos, desorden y suciedad (basura).

Eduquémonos y ayudemos a cambiar estas feas costumbres con un poco de verdadero arte y cultura que en el Ecuador sobra.(O)

Héctor Luis Napolitano Galarza,

músico, Guayaquil