Si como Estado ecuatoriano no enfocamos una visión marítima, estableciendo políticas, leyes y estrategias para poder, mediante acuerdos, realizar actividades pesqueras controladas en “alta mar” y paralelamente proteger el sistema marino costero, principalmente de Galápagos, seguiremos lamentándonos, mirando desde cualquier playa de nuestro litoral que ciudadanos de otros Estados que facilitan su bandera y formas de asociación, explotan los peces mediante grandes flotas en aguas internacionales adyacentes a nuestra Zona Economía Exclusiva (188 mn) continental o insular. Algunos casos ilegalmente dentro de esta zona.

Podemos clasificar a los Estados de acuerdo con su visión estratégica en terrestre, marítima y mixta.

La terrestre se enfoca en la explotación y protección de los recursos que tiene su territorio o del aprovechamiento en otros Estados; tales como petróleo, minerales, etcétera.

La marítima se enfoca en la explotación y protección de los recursos pesqueros, expandiéndose hacia mar internacional o “alta mar” y si es posible en otro Estado. Además, es nuestro interés proteger los recursos de las islas Galápagos.

La mixta es la combinación de la terrestre y marítima, que practican los países del “primer mundo” que disponen de acceso al mar y capacidad pesquera. Ecuador sin ser del primer mundo debe ubicarse en esta visión.

La historia nos demuestra que los Estados produjeron y producen conflictos o guerras, principalmente, para obtener recursos terrestres o marítimos del vecino u otros, con el fin de beneficiar a su población.

Desde hace algunos años, no solo la flota pesquera china se ha instalado en la zona del Pacífico oriental en aguas internacionales adyacentes a nuestra ZEE, por ser la más rica del planeta debido a las condiciones favorables para las especies vivas que representa la corriente fría de Humboldt, que corre paralela de sur a norte las costas del Perú y a la altura de la frontera con Ecuador gira hacia el oeste hacia Galápagos.

Estas grandes flotas están integradas por buques pesqueros, frigoríficos, factorías, logísticos de combustible y alimentos; es inocente pensar que la logística viene desde o va hacia China, ya que en aguas internacionales pueden comercializar su pesca, con cualquier buque de otra bandera.

Hay muchas preguntas: ¿con quién comercializan la pesca?, ¿quién provee los servicios logísticos, como combustibles y reparaciones?, ¿quiénes han incrementado la producción y exportación de pescado, harina y aceite? En internet se puede ver, por ejemplo, que nuestro vecino Perú se ha ubicado en los últimos años como primer productor del mundo de harina y aceite de pescado y es el mayor exportador a China.

En conclusión, la actividad pesquera en zonas adyacentes a nuestra jurisdicción (ZEE) está generando grandes recursos a las flotas pesqueras y actividades conexas de otros Estados, en decremento nuestro.

Así que dejemos de lamentarnos en la playa, burocratizados, paralizados por los escándalos de corrupción, y empujemos la visión marítima estratégica mixta para nuestra seguridad alimentaria y enfrentar mejor el conflicto por la pesca. (O)