La guerra por la pesca del atún Ecuador - Estados Unidos fue un conflicto iniciado en los años 50 en nuestra Zona Marítima (200 mi), intensificado entre 1966 y 1975, durante los gobiernos de Clemente Yerovi (incluyó en el Código Civil la tesis de 200 mi de mar territorial), Otto Arosemena, Velasco Ibarra y Guillermo Rodríguez, debido a la pesca ilegal del atún dentro de la zona marítima por parte de grandes barcos privados con bandera de Estados Unidos, que igual que su país no reconocían nuestros derechos.

El Estado cohesionó su función ejecutiva, legislativa, judicial y de la población, apoyando una ofensiva a través de la Armada, que, con escasos medios, pero con decisión, capturó más de 110 barcos pesqueros; además desplegó la mejor ofensiva diplomática de la historia, y la justicia sancionó conforme a nuestra ley; logramos hacer respetar nuestra soberanía, a pesar de las duras sanciones del gobierno norteamericano.

El último gobierno de ese entonces vio la oportunidad que el mar brindaba e inició la conformación de una flota pesquera nacional privada para el atún; hoy es la más importante del Pacífico Sur, cumple con todas las normas internacionales de conservación y capturas, y produce recursos económicos y trabajo. Actualmente cumple con una veda de 72 días.

La tesis de 200 mi de mar territorial se mantuvo hasta que, en 2012, el expresidente Correa adhirió al Ecuador a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar), pasando a 12 mi de mar territorial con soberanía plena y 188 millas de zona económica exclusiva con derechos soberanos sobre los recursos vivos (peces) y no vivos; luego, la adhesión a otros instrumentos internacionales, como el de New York o la Organización Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur.

Conflicto por pesca del calamar y otras especies Ecuador - China y otros. Transcurridos 54 años desde 1966, la Armada vigila y patrulla permanentemente las 200 mi de aguas jurisdiccionales continentales e insulares, impidiendo que barcos ingresen en nuestras aguas a pescar; nuestras autoridades y las chinas dicen que ninguno ha entrado, la Embajada de China va más allá y asegura que los pesqueros cumplen toda la reglamentación internacional. Sin embargo, las autoridades nacionales dijeron que más de 100 pesqueros han apagado sus equipos identificadores para no ser localizados. Sería bueno conocer el proceso de la lista de barcos y los reportes de cantidad, especie y arte de la pesca usados. Han manifestado que Ecuador puede supervisar los pesqueros de bandera china en alta mar; ojalá se concrete un acuerdo para inspeccionar a sospechosos de realizar pesca ilegal, no declarada o no reglamentada, y que, reportadas la infracciones, el gobierno chino sancione a los armadores y capitanes; sin que haya retaliaciones para Ecuador.

Como en los 70, tenemos la oportunidad de potenciar nuestra flota pesquera artesanal para ocupar el área de la flota china y otros, que no se irán, y de fortalecer nuestra Armada y diplomacia. Necesitamos cohesión, pero parece una ilusión solo de ver la flota de candidatos a la presidencia, mientras vemos alimentar otros pueblos con nuestros recursos. (O)