En los últimos días he escuchado detenidamente las entrevistas e investigaciones realizadas por los profesionales del periodismo nacional y me duele escuchar la respuesta del presidente, la primera dama y la ministra de Gobierno sobre el caso de la construcción del complejo turístico en Olón. Al anunciar la cancelación de la obra afirman que con ello se cierran plazas de trabajo para la población.

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Cómo duele escuchar de la familia que gobierna el país esa postura capitalista y más aún duele escuchar a la ministra decir en una entrevista televisada que es la oposición política la responsable de este problema. Para mí, un presidente, una primera dama y una ministra que aman al Ecuador y que buscan el bien de la nación hubieran respondido: “investiguemos qué está sucediendo realmente, levantemos centros de capacitación en desarrollo turístico y microempresarial para que la población nativa desarrolle proyectos turísticos propios, aprovechando la belleza natural del lugar y siendo responsables ellos mismos del patrimonio natural del Ecuador y del mundo”.

El llegar a tan alto nivel de poder en un país, cuando es el pueblo quien le ha confiado el trono, se debe retribuir con gratitud y ganas de ayudar a los ecuatorianos a crecer, no se trata de abusar de los ciudadanos con el poder.

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Mientras familias poderosas continúen entramadas llenando sus arcas, Ecuador nunca será el hogar en donde los ecuatorianos aman y disfrutan vivir. Si ellos amaran y valoraran nuestra tierra y población, hubieran respondido en beneficio del grupo nativo de Olón. (O)

María Andrea Del Cioppo Morstadt, Guayaquil