Para aquel lector que desconoce el uso versátil de esta maquinaria, este tractor es uno de los equipos pesados más eficientes para corregir y eliminar muchos obstáculos para generar desarrollo y progreso, dicho esto, como profesional del agro veo a un joven presidente con la misma firmeza que caracterizaba al ingeniero Febres-Cordero, otro gran presidente. Noboa bajo mi óptica y mi experiencia de campo está tumbando y desbrozando los estorbos disfrazados de salvadores de la patria, pero anclados en nuestra Asamblea Nacional y en otros estamentos, que tienen por más de una década protegiendo a los transgresores que mantienen secuestrado al país, pues bien, nuestro presidente usando una analogía ligada a mi profesión, está removiendo la maleza del Ecuador para preparar un país donde todos los ecuatorianos tengamos una mejor calidad de vida y bienestar general y recuperemos la confianza en las instituciones del Gobierno al cual le dimos nuestro voto.
Insisto que llegó la hora para que oficialmente el presidente Daniel Noboa Azín ofrezca al país un total apoyo al olvidado sector agropecuario en el Ecuador, donde la agricultura es mayormente tradicional, con un pobre apoyo estatal a las investigaciones agropecuarias, con subsidios y créditos muy limitados y donde se reclama la atención de las autoridades a gritos. Lo irónico es que a pesar de que este sector es un generador de empleo directo e indirecto, ningún gobierno le ha brindado en sus cuatro años un apoyo de forma total, a pesar de que cuando a ella le va mal, al país le va mal, la delincuencia crece y se vuelve un peso significativo en la economía nacional, sintiéndose más fuerte el golpe en las comunidades rurales.
Resulta obvio en el Ecuador agrícola la importancia de dar un salto tecnológico de forma gradual que sin cortar de tajo lo tradicional preparemos a la mayor cantidad de campesinos hacia una agricultura moderna, mediante programas de entrenamiento y aprendizaje en el uso de la ciencia moderna, promoviendo el uso de tecnologías avanzadas para aumentar la eficiencia y productividad agrícola.
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Igualmente, sin agua no hay vida y no podemos ignorar la necesidad de reactivar el desarrollo de la infraestructura hidráulica en todo el país. Senagua debe volver como entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y Ganadería urgentemente por ser este ministerio el que está moralmente obligado en identificar y seleccionar los sectores menos favorecidos, que necesitan urgentemente obras y sistemas de riego y de drenaje. Senagua por la calidad de sus profesionales sería su brazo ejecutor no solo en este tema puntual sino que retomaría la planificación y diseño de todas las obras hidroagrícolas en deterioro y las que periódicamente se necesitan para la protección, manejo, regulación y control de las inundaciones.
El presidente puede removerla del Ministerio del Medio Ambiente, donde juega un rol de segundo plano y el mejor ejemplo es el caso de la provincia de Manabí poseedora de importantes represas en franco deterioro, que de colapsar los perjuicios serían incuantificables.
Debo enfatizar que artículos o comentarios como este no tienen la intención de criticar al Gobierno actual, sino de ofrecer ayuda constructiva, para que este pueda reflexionar y conocer que existen otros honestos enfoques técnicos con diferentes puntos de vista sobre la situación del Ecuador. (O)
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Pedro Álava González, ingeniero agrónomo, Sunrise, Florida, EE. UU.