Estimado señor director, tengo el honor de saludarle muy atentamente y presentar mis comentarios a una carta abierta dirigida a mí por un grupo de periodistas ecuatorianos exigiendo la “liberación inmediata” del corresponsal de la edición estadounidense The Wall Street Journal, Evan Gershkovich, detenido en Ekaterimburgo.

En primer lugar, quisiera expresar mi respeto a la mayoría de la comunidad periodística ecuatoriana que está dispuesta a cooperar constructivamente con nuestro país. Gracias a ustedes, estamos seguros de que el periodismo independiente ecuatoriano tiene futuro. Pero para uno de los periodistas que firmaron la llamada carta, estoy seguro de que simplemente están engañados, les quisiera explicar que el señor Gershkovich fue detenido en el acto cuando intentaba obtener información secreta sobre una de las empresas del complejo militar-industrial ruso. No tiene nada que ver con el periodismo. Hay razones para creer que él utilizó su posición periodística como cobertura, para llevar a cabo acciones ilegales calificadas de espionaje. También quiero recordar que Rusia es un Estado de derecho. La Constitución de nuestro país determina la independencia del Poder Judicial del Gobierno o los legisladores. El Tribunal observará el caso del señor Gershkovich y tomará una decisión justa. Todas las consultas necesarias sobre el acceso consular al señor Gershkovich con la parte estadounidense se llevan a cabo.

En cuanto a la parte de los firmantes, les gustaría preguntar a quiénes representan realmente sus intereses. Difícilmente los intereses del pueblo amigo de Rusia, del Ecuador. Y apenas los intereses de un colega periodista. ¿Por qué no habrían alzado su voz por motivo del asesinato del corresponsal ruso Vladlen Tatarsky, quien murió a manos de terroristas ucranianos hace unos días? ¿Por qué no se preguntan cómo los periodistas de RT (Russia Today) son oprimidos diariamente en los países del llamado “Occidente civilizado” y no los dejan trabajar? Si no están interesados en lo que está sucediendo en Occidente, al menos pregunten por qué RT está teniendo dificultades para transmitir en Ecuador. Parece que en toda esta historia solo les interesa una circunstancia a saber, la ciudadanía estadounidense del señor Gerschkovich. Por lo tanto, les informamos que la Federación de Rusia guiada por la Constitución, sus leyes y las normas del derecho internacional protegerán los intereses del Estado y de sus ciudadanos que sufren de las actividades maliciosas de personas como Gershkovich. La afiliación nacional o profesional de los enemigos de nuestro país no importa para la ley rusa.

Publicidad

Hago propicia la oportunidad para expresarle el sentimiento de mi más alta y distinguida consideración. (O)

Vladimir Sprinchan, embajador de Rusia en Ecuador, Quito