La luz y la ventilación natural en el interior de una vivienda son importantes para el bienestar de quienes la habitan.


En la casa, estar en calma, suele ser difícil por el exceso de cosas, desorden, materiales que desentonan, poca iluminación y ventilación natural. Parece que las construcciones actuales responden a cualquier contexto con cuatro paredes, techo, puerta, ventanas con vidrios fijos, muchas luminarias y aire acondicionado en cada habitación.

Nuestros hogares se han convertido en cajas en las que necesitamos prender las luces en el día para poder ver, el aire acondicionado para poder estar frescos, y el televisor para acercarnos a una naturaleza temporal, recibiendo altas cuentas en la planilla de luz. Los diseños sostenibles buscan resolver dichos problemas con el equilibrio entre lo ecológico, económico y social. Lo ecológico yace en el análisis de los factores climáticos de un lugar y respeto por la naturaleza. Lo económico se refiere al presupuesto y ahorro del proyecto. Lo social está en escuchar a cada integrante de la familia, sus necesidades. La sostenibilidad del diseño da como resultado espacios confortables. El confort es el nivel de comodidad que sentimos dentro o fuera de una estancia con la vestimenta adecuada para la época. En ocasiones que nos hemos parado bajo un árbol, sentimos bienestar, convivimos con la naturaleza; la sombra del árbol nos protege del sol que ilumina el espacio que nos rodea, el viento refresca el ambiente; encontramos confort en nuestro entorno natural. Cada espacio de la casa puede ser confortable en conexión con esos beneficios del exterior que la rodean. En climas tropicales usar colores claros en las fachadas disminuye el calor que ingresa por los muros, la orientación del proyecto en base al asoleamiento aprovecha la iluminación natural, utilizar vegetación alta genera sombras y junto con la ventilación natural trae frescor a los espacios, ahorro energético y disfrute del hogar. (O)

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César Aguirre Cornejo, arquitecto, Guayaquil