En Guayaquil prácticamente todos los días llueve, las calles se empozan porque tienen huecos, baches y alcantarillas tapadas.
Las inundaciones de las ciudades, en el invierno, también son culpa de los malos ciudadanos que tiran basura (vasos plásticos, papeles, fundas, sorbetes, tapas de refrescos, pañales, monte cortado, tierra, piedras, comidas podridas y grasas, etc.) en la calle y obstruyen los sistemas de drenajes de las aguas lluvias y de las aguas servidas.
Por otro lado, los chamberos, recicladores, drogadictos, vagabundos, registran los tachos, las fundas, las cajas y los sacos con basura que encuentran en la vía pública. Buscan comida, envases con agua, bebidas; cartones para acostarse a dormir, plásticos para usarlos de utensilios, encauchados; trapos para vestirse; o para venderlos en los negocios de reciclaje. El pueblo, los políticos dicen que hay que dejarlos que busquen en la basura porque son pobres, pero ensucian la ciudad, tapan las alcantarillas, y aparecen ratas, moscas, mosquitos. (O)
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Fanny Pilay J., Guayaquil