Cuando se advierten épocas secas y nuestras siembras son cultivos perennes o de ciclo corto se requiere una combinación de estrategias a nivel técnico para sustituir la cantidad de agua observando siempre la urgencia de nuestros cultivos, porque ellos expresan de esta forma si tu estrategia está correcta.
La ausencia de las lluvias causa inmediatamente reducciones en los volúmenes de agua que transportan ríos y riachuelos y estos descensos los observarás en los estiajes, los cuales te obligan a tomar acciones inmediatamente. De igual manera, se reducen las recargas del agua del subsuelo y los acuíferos empiezan a decrecer sus niveles estáticos de bombeo. Dicho esto, cuando los niveles de agua en tu fuente entran en estiaje puedes recurrir a las siguientes medidas: si tu fuente de captación de agua proviene de un estero o vertiente lo primero que deberías hacer es represarlo con gaviones para recuperar la altura de succión de tu motobomba y así evitar cualquier cavitación.
Si esta estrategias es físicamente imposible de implementarlas tendremos que tratar de modificar el manejo del riego. Para aumentar los niveles de abatimiento ya sea espaciando la frecuencia de aplicación o regando menor tiempo, se requiere analizar tres factores indispensables y son: textura del suelo, el tipo de cultivo y los máximos niveles de tu acuífero.
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La cosecha de ciruelas en Juntas del Pacífico
El tipo de suelo y la severidad del clima es lo primero que se debe considerar para fundamentar una decisión, los suelos pesados retienen mayor humedad que otras texturas, pero su energía potencial de retención es muy alta y obliga al cultivo que descienda su energía potencial para crear un transporte de humedad “pasivo” sin sacrificar la planta su sano desarrollo, pues bien, si el suelo sigue perdiendo su humedad por la falta del agua de riego, la planta tendrá que descender aún más su potencial total y entonces dicho transporte de humedad se vuelve “activo” que es un estado en que la planta se sacrifica fisiológicamente para sobrevivir afectándose su crecimiento y otras etapas de desarrollo.
Por otra parte, los requerimientos de riego varían mucho según el tipo de cultivo, el clima y el tipo de suelo. Sin embargo, hay algunos principios generales que deben conocerse. Los cultivos de cereales necesitan riego consistente, especialmente durante las etapas críticas de germinación y floración. Las hortalizas requieren más agua debido a su ciclo de crecimiento rápido y la gran cantidad de follaje. Los frutos secos suelen tener menos requerimientos de agua, pero aun así necesitan riego en las etapas de floración y formación de vainas. El banano es un caso excepcional porque su constitución natural de agua es mayor al 80 % y sin un riego oportuno la planta podría morir. Y los pastizales requieren riego consistente para mantener un crecimiento vigoroso especialmente durante su ciclo de crecimiento.
Finalmente, es improbable que un acuífero se seque, solo podría ocurrir si existiera un terremoto en el subsuelo que desvíe la dirección del flujo al alterar la composición geológica en el subsuelo, a menos que por una mala interpretación de una prospección hidroeléctrica se haya perforado un pozo en acuíferos freáticos o no confinados. Lo que podría ocurrir es que empiece a decrecer la altura del nivel dinámico de succión si muchos equipos de riego están extrayendo agua del mismo acuífero. Para monitorear tu pozo tienes que pedir al técnico de la plantación que mida el nivel estático del agua del pozo antes de prender la bomba todos los días en que riegues y luego realizar otra medición del nivel dinámico de bombeo antes de apagar tu bomba. Al día siguiente mide nuevamente el nivel estático para ver si regresó a su profundidad original, caso contrario continúa midiendo la profundidad hasta observar en cuántas horas totales o días se recupera su nivel estático. (O)
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Pedro Álava González, Sunrise, Florida, EE. UU.