Hasta ahora el Municipio de Daule, ni la CTE, ni la Gobernación de Guayas, o un presidente, alguna autoridad no han escuchado los ruegos de los habitantes de urbanizaciones mal construidas al pie de carreteras peligrosas que no se pueden cruzar a pie (en carro es difícil); para muestra un botón, el kilómetro 12,5 de la vía Salitre–Daule, a la altura de Bonaterra; a la carretera que era de ida y vuelta le hicieron dos carriles más, tiene en total dos carriles de ida y dos de regreso, y una curva muy peligrosa.

A qué mente brillante se le ocurrió ampliar los carriles en una zona familiar. Cada vez que amas de casa con niños, trabajadores, empleados, cruzan la carretera corriendo, no saben si lograrán pasar con vida al otro extremo. No existen semáforos, no existen chirimoyas o rompevelocidades, no existen guardarrayas o espacios para caminar. La carretera es una vía rápida, pasan todo el día a mucha marcha carros livianos, pesados, semipesados, volquetas, etc.; debería tener reflectores con luces bien potentes. No hay servicios de colectivos seguros para los habitantes de estas urbanizaciones que pagan impuestos municipales. Más adelante donde hay una iglesia, una persona murió atropellada hace unos años al cruzar la carretera. (O)

Érik Zambrano, vía a Salitre