Hay más proliferación de mendigos ahora que hace cuatro años en las calles de Guayaquil. Niños de unos 7 a 13 años de edad se instalan afuera de supermercados, restaurantes, iglesias, negocios donde venden café...; un cliente entra o sale y lo acorralan pidiendo dinero.

Los menores andan con adultos que los observan a la distancia cómo ‘trabajan’ y para quitarles el dinero. (O)

Edy Ponce Ponce, Guayaquil