Todos queremos mantener el dólar, pero debemos cambiar la mentalidad, porque en un país dolarizado no se puede imprimir dinero, el Estado se financia con impuestos y con deuda, y hay que estar conscientes de que existen límites.

Dolarización con y sin el SSXXI

No podemos seguir manteniendo el altísimo gasto público, y subsidios innecesarios, y si nos endeudamos debe ser para reducir el gasto público. Las empresas están sobrecargadas de impuestos, el servicio de la deuda en el Estado está llegando al límite, y si no liberalizamos la contratación del salario, no hay ni habrá inversión extranjera porque en Ecuador el salario es el doble que en México y Brasil con economías muchísimo más grandes.

En planes de trabajo se deja sentado proteger la dolarización, pero la idea de una ecuadolarización topada antes de saber que íbamos a elecciones agita el debate

En Ecuador no se puede hacer nada si no le pides permiso al Gobierno. La delincuencia se ha tomado el país y cobran impuestos, estamos cometiendo el mismo error que Colombia de creer que el narcotráfico es un delito común, es un estado de guerra interna, es una agresión al Estado, tienen armamento y entrenamiento militar, que supera a la policía, su arma más poderosa es el dinero, con esto están destruyendo la justicia y a la institucionalidad del país.

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Si Ecuador quiere cambiar, el nuevo presidente debe entender que esto es una agresión al Estado y debe tomar medidas extraordinarias para salvar la nación, o decidir no hacer nada y que el país siga con más de lo mismo. (O)

Juan Orús Guerra, Guayaquil