Se cumplieron 178 años de la famosa revolución popular que se dio en Guayaquil el 6 de marzo de 1845, motivada por los abusos de poder del general Juan José Flores en su tercer periodo republicano, y porque creó una nueva Constitución en el periodo 1839–1843 de la segunda presidencia, denominada Carta de la esclavitud, era autocrática (contraria a los principios democráticos); la cual él la presentó a la Asamblea Constituyente. En sus artículos establecía que para ser ciudadano se debía tener 3.000 pesos o una renta o mensualidad de 300 pesos, el presidente duraba 8 años y los diputados 4 años, la libertad de imprenta quedaba restringida, había castigos para los vendedores de periódicos en el exterior. El presidente tenía amplias facultades, designaba a jueces, autoridades eclesiásticas y militares.

Todo aquello hizo que creciera la oposición política y surgieron protestas cívicas para desconocer al gobierno de Flores, militar extranjero que deseaba perpetuarse en el poder con la nueva Constitución. Esto dio origen a la formación de un gobierno provisional cuyos integrantes fueron José Joaquín de Olmedo, Diego Noboa y Vicente Ramón Roca (guayaquileños madera de guerreros). Estos patriotas derogaron la mayor parte de las leyes autocráticas injertas en la Carta de la esclavitud, y se desterró a todos los soldados extranjeros con el general Flores, quien fue exiliado a España. Todos ellos eran contrarios al movimiento progresista, similares a ciertos asambleístas que tenemos actualmente. (O)

Manuel Estalin Cañizares Villamar, profesor, Daule