Durante cinco años un grupo de ciudadanos de la tercera edad llevaron a cabo un proyecto conjunto con el área protegida Playas de Villamil. Este proyecto consistía en rescatar, dar los primeros auxilios, cuidar y finalmente liberar tortugas marinas, esta obra se la realizó en un sitio de cuidados ubicado en la playa de Data de Villamil.

Deterioro académico vs. violencia escolar

Este proyecto por diferentes motivos dejó de funcionar en enero del presente año. Sin embargo, las tortugas marinas siguen llegando a nuestras orillas, algunas con la cabeza rota, otras con anzuelos en su garganta, otras con aletas cercenadas por los cabos e hilos de nailon, usados en la pesca artesanal. Los guardaparques del área protegida las reciben en la oficina, pero no tienen ni el espacio, ni las medicinas ni los recursos económicos para poder ayudarlas.

Por ello los habitantes de Playas levantamos una súplica a la ingeniera María Luisa Cruz, ministra del Ambiente, Agua y Transición Ecológica: ayuda por favor para estos animalitos ancestrales en peligro de extinción, el único error de estas tortugas marinas ha sido cruzarse en la vía de las actividades de pesca de los seres humanos.

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El firmamento que tiembla

Sabemos que siempre el enemigo número uno para el trabajo ambiental es el presupuesto, por ello hacemos una súplica también a las diferentes fundaciones y demás organizaciones no gubernamentales para que se animen a ayudar al rescate y recuperación de estos hermosos reptiles, cuyo rango de supervivencia en el Ecuador continental es muy bajo, acorde con estudios realizados en años anteriores.

Una vez más no exigimos ni argumentamos sobre los derechos de la fauna silvestre, solo nos atrevemos a suplicar por estos pacíficos animales. Solo queremos ser la voz de estas tortugas antes de que sea muy tarde y que estas ya no busquen más nadar por nuestro mar. (O)

María Gabriela Espinoza Peña, guía turística, Playas