Personas renunciaron a las mascarillas, visores, vacunas, pero no renuncian a las aglomeraciones, farras, etc., durante los años que dure la pandemia porque para ellos ‘no existe’ peligro de enfermarse de coronavirus ni otros virus mortales, bacterias, etc.

Al menos deben tener siempre un pañuelo y una funda en los bolsillos para cuando estornudan, tosen, escupen; se suenen la nariz, se cubran la boca, recojan la saliva o flema, pero no boten al aire o al piso las inmundicias. (O)

Ingrid Collantes, Guayaquil