Buses de la Metrovía y colectivos de transportación pública que circulan en Guayaquil, emanan gran cantidad de humo por el tubo de escape.


Escuchamos en Guayaquil casos de enfermos por fibrosis pulmonar, enfermedad mortal y catastrófica cuya principal causa es la contaminación ambiental.

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La transportación pública tiene unidades, la gran mayoría, que parecen cafeteras humeantes sobre ruedas, los motores botan gases que contaminan el ambiente. ¿Qué hace la Autoridad de Tránsito y Movilidad de Guayaquil que no pone orden a la institución que hace las revisiones vehiculares en la ciudad. A los conductores de vehículos livianos no les dejan pasar ni una falta; en cambio, a transportistas públicos que no cumplen las normas no les hacen nada, ¡quiénes serán los padrinos que tienen!

En el mes de junio del 2021 envié a la alcaldesa una comunicación, con copia al director de Ambiente del Municipio de Guayaquil, para que tome cartas en el asunto, asimismo envié comunicación al ministro del Ambiente para que se preocupe del particular e inclusive le pedí una audiencia para que escuche lo que tenía que decirle sobre este grave problema de la contaminación vehicular; parece que está muy ocupado cosechando premios internacionales, mientras los guayaquileños nos morimos por la contaminación. ¡Hasta cuándo los guayaquileños sufrimos estos equivocados comportamientos de autoridades! (O)

Álvaro Luque Benítez, abogado, Guayaquil