Ojalá se recuerde la serie que se denominó así, emitida por NBC, en 76 episodios –desde septiembre de 1968 hasta marzo de 1971– luego reproducida en todo el mundo. La trama fue que un magnate, Glenn Howard, dueño de ‘Publicaciones Howard’, personaje encarnado por Gene Barry, dirige la Revista del crimen, para combatir el crimen organizado, y adelanta sus investigaciones periodísticas, junto a Jeff Dillon, interpretado por Anthony Franciosa, Dan Farrell, Robert Stack y Peggy Maxwell, joven asistente investigadora, interpretada por Susan Saint James. Fueron invitados ocasionales glorias del cine, Zsa Zsa Gabor, Robert Webber, Jeanne Crain, Sammy Davis Jr., John Payne y otros.

Se tocaron circunstancias severamente controvertidas de los años cincuenta, sesenta e inicios de los setenta del siglo XX, la sociedad norteamericana que hizo de La Habana el gran garito de la época, caldo de cultivo de la revolución de Fidel Castro, las protestas estudiantiles de París, y aquellas contra la guerra de Vietnam, interesando a muchos en estos temas y en otros de la época.

La serie costó muchos millones de dólares. En el Ecuador, Audacia es el juego lo vivimos en la tercera década del siglo XXI, arrastrando circunstancias de décadas anteriores, con actores reales –aun cuando algunos parezcan mediocres– a costo de cientos de millones de dólares, que se roban, se desperdician y/o hay que pagar en indemnizaciones.

En Ecuador, ‘Audacia es el juego’ lo vivimos con actores reales a costo de cientos de millones de dólares.

Los episodios se multiplican, solo cito ejemplos.

A Jorge Yunda, que el 2019 llegó, con el 21,35 % de los votos, a la Alcaldía de Quito, después de meses que lo arrinconaron con diversas acusaciones y lo destituyeron el 2021, que ha generado múltiples veces ‘cargamontón’ contra él, va de candidato en el 2023. Nadie lo impugnó formalmente, y su candidatura está en firme, con más de una docena de candidatos para competir. Y va con el apoyo de Pachakutik.

En la Asamblea Nacional se votó el jueves 1 de septiembre de 2022, en el juicio político contra los miembros del Consejo de la Judicatura. De lado y lado, en el debate se acusó latrocinios, ofertas y compras de votos, no se consiguieron los 92 votos para la destitución, solo 87, faltaron 5, nadie propuso la reconsideración para que no quede pendiente esa opción. Ya se anuncia que se la propondría en la próxima sesión ordinaria, con lo cual, de ser cierto el mercado de oferta y demanda de compromisos, subiría de precios. Ojalá no haya tal mercado.

Una reciente interpretación de juez civil ha sido que en el procedimiento de excepción en concursos preventivos, los 120 días de plazo de suspensión de acciones de cobro, iniciadas o por iniciarse, no se limiten a los 120 días desde la fecha que se la ordena, sino que se prorroguen hasta que se cumplan los 120 del último acreedor citado, con lo cual –de inicio– queda incierto el día que se cumplan, puede ser de largo indefinido, porque en estos procesos no hay lugar a citación por la prensa, todo en liberalidad para los deudores –y hablo de los grandes, algunos tramposos– que desviaron recursos.

Tratándose de la banca pública, lo que no pagan los deudores lo pierde el Estado. (O)