Un balde de agua fría cayó sobre todos los que esperábamos se venda el Banco del Pacífico.

Cuando con la crisis de fines de siglo cayeron un alto número de los principales bancos del país, las autoridades decidieron salvar unos cuantos para precautelar a sus depositantes y mantener vigentes los créditos con los clientes no vinculados a las administradoras. La más exitosa operación de salvataje fue la del Banco del Pacífico, que se consolidó como el segundo más grande del sistema financiero ecuatoriano.

El Pacífico mantuvo su estructura de sociedad anónima, por lo que a pesar de que la titular de sus acciones es la CFN, entidad estatal, es un banco privado. Hay más que suficientes bancos públicos: CFN, BanEcuador, Banco de Desarrollo, Conafips, además del Biess, por lo que el Estado no lo necesita. Lo que cabe es la venta del Pacífico, que no es privatización, y así reducir el endeudamiento público.

Banco del Pacífico llega a once años bajo el control de la CFN, con dos intentos de venta fallidos y más del doble de patrimonio

Rafael Correa cuando presidente anunció la venta del Banco del Pacífico, pero dejó el proceso para que lo inicie Lenín Moreno.

... además de la no venta del banco, insinúa un decaimiento del interés de inversionistas extranjeros.

En las últimas décadas la banca globalizada ha venido cerrando sus sucursales en países pequeños. En el Ecuador prepetrolero estaban presentes cuatro de los principales bancos globales: Citibank, Bank of America, Lloyd’s y ABN-AMRO (holandés). Solo queda Citibank, con una actividad pequeña, concentrada en servir a sus clientes globales. En cambio, entró al país el Grupo Promérica, centroamericano, que compró Produbanco, uno de los más importantes del país. Asimismo, bancos ecuatorianos han comprado instituciones financieras en otros países de la región. Los clientes potenciales del Pacífico siempre fueron bancos latinoamericanos.

El proceso de venta del Pacífico lo dinamiza Lasso, justo cuando las perspectivas nacionales mejoraban drásticamente con la expectativa de la aplicación de su programa de gobierno. Mientras tanto, se teñía de rojo el entorno en Chile, Perú y Colombia, entre otros. Se reporta que 33 empresas manifestaron interés en el Pacífico, y seis llegaron a la parte final del proceso.

Hueco de $ 200 millones que deja la venta fallida del Banco del Pacífico en la proforma del 2023 puede ser suplida con la monetización de otros activos

Pero, a fin de cuentas, solo hubo una propuesta y por un valor inferior al patrimonial. En el mundo privado, las empresas se venden de acuerdo al flujo de caja previsto. Pero es peculado vender un activo estatal por debajo del valor de su patrimonio. Aceptar la propuesta habría sido además de inconveniente, ilegal.

Lo que habría enfriado a los interesados, en nuestro criterio, es la desilusión de que el Gobierno Lasso pueda aplicar su programa económico. Hoy sus políticas públicas están sujetas a la revisión por la Conaie, que es opuesta a la apertura económica en general y a la venta del Banco del Pacífico en particular. El Gobierno está huérfano en la Asamblea, donde el correísmo plantea la entrega del Banco del Pacífico al IESS, con lo cual el segundo banco privado del país pasaría a ser controlado por una institución que ni siquiera tiene balances confiables.

El balde de agua fría es doble, porque además de la no venta del banco, insinúa un decaimiento del interés de inversionistas extranjeros. Pero al mal tiempo buena cara. Que se mantenga la administración profesional del banco, que sostenga su alta rentabilidad, y para cuando el entorno cambie, venderlo a un precio mayor al que hoy se esperaba. (O)