Seamos claros: bastante mal y en varias dimensiones. Quizás primero es la inseguridad, porque muestra cómo la narcoeconomía se desplaza violentamente e invade espacios. ¿Cuánto dinero mueve? Quizás $ 5.000 millones anuales, el equivalente a (más de) un sector bananero entero. ¿Cuántos “empleos”? ¿100.000? Pero detrás hay tantos aspectos tan negativos: muertes, temor de la gente a abrir negocios o salir, corrupción, manipulación de la justicia y la política, niños y jóvenes involucrados y afectados, y más. Desgraciadamente parece ser que las cifras mejoraron en los primeros meses, pero ahora se acercan al pasado, aunque estemos conscientes que es una guerra (lo es sin duda) muy difícil de enfrentar y que inevitablemente tiene altos y bajos.
Segundo, el tema eléctrico que se veía venir si las condiciones climáticas empeoraban como sucedió, pero el Gobierno ha demostrado una lenta velocidad de reacción y acción, porque varios de los equipos que ahora llegan (barcazas, motores, etc.) ciertamente pudieron instalarse antes, desgraciadamente la apertura al sector privado es casi nula, aunque en un caso al menos (Toachi-Pilatón) sí se ha sacudido la inercia burocrática; y el impacto en menor productividad es muy grande.
Tercero, que de hecho es el más importante y en parte consecuencia de los otros, el negativo crecimiento económico que tenemos en 2024, eso significa menos empleos e ingresos, menor calidad de vida.
Cuarto, la migración que quizás en algo se ha frenado por controles externos, pero está alrededor de 100.000 personas anuales, es un gravísimo desangre, porque además son los más “pilas” que se van.
Cinco, decisiones absurdas como cerrar el ITT, es difícil que alguien entienda cómo clausuramos una inversión en marcha.
Sexto, la politiquería (y su aliada la corrupción en la política y en la justicia) ha continuado, se ven nulas discusiones sobre los temas clave del país, y nada se ha avanzado en reformas como cierre del BCE, seguridad social, laboral y otras... ¿Hay más?
Hay aspectos positivos. Ejemplo, los privados siguen exportando con dinamismo, este año habrá casi $ 2.000 millones adicionales que vendrán sobre todo del cacao, pero no importa de dónde viene, en años anteriores el incremento fue del camarón, y de otros en diversas ocasiones. Ejemplo, las remesas, que ahora alcanzan $ 6.000 millones, por supuesto su contraparte es un factor tan doloroso como la migración, pero es un aporte muy importante para las familias (¡un salario básico para 1 millón de ellas!). Ejemplo, el haber frenado el sendero lamentable hacia donde se encaminaban las finanzas públicas, ninguna solución de fondo, pero al menos “se van saltando los charcos”... lo pongo en positivo pero para mí el camino es el errado: más impuestos e ingresos para el Estado, casi ninguna real y visible reducción del gasto. Ejemplo, la baja inflación. Ejemplo, avance en algunos contratos como la inversión en la mina “Cangrejos”... pero ojalá no se entregue a dedo el campo petrolero Sacha a una empresa estatal china, luego que por la lentitud de procesos el oleoducto OCP pasó a manos de Petroecuador, una barbaridad. ¿Hay más?
Se nos vienen nuevas elecciones, y la responsabilidad de votar lo mejor posible. (O)