Recientemente se produjo el normal reemplazo de la máxima autoridad agrícola, equivalente a un ministro de Agricultura, en la Unión Europea (UE), habiéndose designado por un periodo de cinco años al luxemburgués Cristopher Hansen. Su antecesor, el polaco Janusz Wojciechowski, en una conferencia dictada en España, resumió sus logros y formuló recomendaciones para el inmediato futuro que conviene revisar, es aconsejable escuchar al funcionario que abandona un cargo y enriquecerse con sus experiencias, por nuestros lares es diferente, no se observa peor se sigue lo bueno del anterior, indicando complacido que la UE había logrado un superávit comercial agroalimentario de 70.000 millones de euros, en gran medida gracias al aporte de los productores españoles de vino, aceite de oliva, carne de cerdo, frutas y verduras.
Dos décadas de trabajo en el agro
El polaco se retira sugiriendo que se continúe con los fundamentos que guiaron su política, sintetizada en 4S (iniciales en inglés) seguridad, estabilidad, sostenibilidad y solidaridad, la primera referida a la provisión de alimentos como base de la agricultura; la segunda, a la estabilidad que hay que ofrecer a los agricultores en su trabajo y sus inversiones, a través del pago justo por las cosechas y certidumbre en lo jurídico; la tercera, atinente a la sostenibilidad vinculada con los ingresos de los productores, que en el caso de la UE tiene que ver con las ayudas directas que constan en el presupuesto de la Unión, que según el ejecutivo saliente, son insuficientes.
La sostenibilidad, ligada con un desarrollo agrícola que no afecte el medioambiente, que, aunque emite gases que lo afectan, no es el sector que más los provoca, dando datos de estudios de hace dos décadas que señalan al transporte como el mayor contribuyente. La cuarta, la solidaridad, recalca la importancia del funcionamiento de las cooperativas, que en Europa son ejemplo de eficacia, demostrada en eventos catastróficos como el último fenómeno meteorológico de Valencia, España, responsable de grandes destrozos a la infraestructura agropecuaria, a las personas y sus bienes.
Sector agrario continúa invisibilizado
Sin embargo, hay sectores que cuestionan esta designación porque consideran que el escogido es sesgado y exclusivista de lo agrícola, no destacando en sus opiniones a los consumidores y a los industriales que conforman la cadena agroalimentaria. Lo critican por dar demasiado énfasis a la agricultura y falta de atención a otros temas relacionados con la alimentación. En todo caso hay expectativa de lo que ocurra en los próximos 100 días, en que los comisarios recién nominados desarrollen en detalle sus lineamientos y a cuál de ellos se asignarán las disciplinas afines al agro, como la ganadería, la forestería y la agroindustria en general.
Lo agrario ecuatoriano depende mucho de la política europea por el alto peso de la relación comercial, por eso organizaciones como AEBE y sus socios del llamado clúster bananero mantengan sabiamente una consultoría permanente con la empresa Atrevía de amplia cobertura y respetabilidad internacional, que sigue atenta los pasos y normas de la Unión Europea, que se informa constante y periódicamente a sus socios y adherentes. (O)