Todo tiene un comienzo, una evolución y un final, incluye actividades políticas, ideologías, gobiernos, tipos de Estado, guerras, etcétera. Nuestro país y otros estamos viviendo un sistema democrático que está colapsando; analistas coinciden en que el populismo es el responsable, porque a través del voto llevan al poder a algunos líderes carismáticos que en campaña ofrecen demagógicamente cosas increíbles que llegan a las emociones de las masas, pero en el poder muestran su verdadera cara, alcanzando a vivir como los dioses (as) del Olimpo griego. Su frase insignia es: “La voz del pueblo es la voz de Dios”.

La mitología romana aplicable es del dios Jano, adheridas sus dos caras por la cabeza miran en diferente sentido, una hacia un pasado de alegría, tragedia o sufrimiento y la otra al futuro con esperanza e incertidumbre; imaginariamente lo ubicaban en el umbral de las puertas de cualquier actividad, su culto presidía a un cambio; una leyenda le atribuye la invención del dinero, navegación y agricultura. El mes de enero deriva de su nombre. Nosotros como costumbre elaboramos y quemamos un monigote –Jano– que representa al año que finaliza, y nos engalanamos de colores para recibir el nuevo año.

El domingo 5 de febrero se eligieron nuevas autoridades seccionales, aplicando la metáfora tenemos: mirando hacia atrás una sociedad decaída en pobreza, inseguridad y desempleo; ciertos políticos con el dinero público fortalecieron su movimiento, economía personal y excesos; algunas campañas llenas de ofrecimientos fantasiosos, increíbles e inejecutables, acompañadas de regalos y una intensa propaganda audible o visual, hoy son basura. Mirando hacia adelante la esperanza e incertidumbre de que no nos engañen y se repita la historia.

Para el errático gobierno del presidente Guillermo Lasso, los resultados de las elecciones y consulta no fueron favorables...

Debemos estar conscientes de que atravesamos una guerra política, por gobernar desde el poder seccional o nacional, entre fuerzas que usan la estrategia del desplazamiento, enfocando la culpabilidad sobre escándalos de intensidad variable ocurridos en algunos lugares, tiempos y con diferentes actores; ejemplos en investigación son el caso “Gran Padrino”, sobre probables actos ilícitos en las empresas públicas, o la fotografía de los “Tetones” en una piscina. Lo crítico es que algunos pseudopolíticos enfocan el desprestigio sobre cualquier institución del Estado y no sobre el delito, poniendo en peligro la democracia.

Después de ser elegidas las autoridades deben ejecutar lo prometido, rectificar lo malo y trabajar. Dejarse de excusas como antes no se ha hecho nada, se ejecutó mal, los culpables son anteriores. ¡Dejar de culpar al pasado! ¡La justicia es la encargada de juzgar el delito!

Para el errático gobierno del presidente Guillermo Lasso, los resultados de las elecciones y consulta no fueron favorables y enfrenta otra arremetida opositora. Debe releer sus ofrecimientos de campaña sobre el empleo, educación, salud y seguridad; responsablemente hacer todo el esfuerzo por cumplirlos y dar un cambio de timón de 180 grados, si no podría perder la presidencia y pasaría a la historia como malo e inepto. ¡Siempre hay un antes y un importante después! (O)