A muchos preocupa el peligro de una guerra nuclear. Que Putin, encontrándose perdido en Ucrania, y con perspectivas de tener que retirarse con el rabo entre las piernas, recurra a armas atómicas. O que una guerra nuclear mundial se desate si China intentase invadir y anexar Taiwán.

Quienes así temen, o no vivieron o no recuerdan la guerra fría. Entre 1953 y 1991 Washington y Moscú vivieron en alerta de un ataque inesperado del otro. O ansiosos, cuando sus sistemas de radar les insinuaban que se venía lo que parecía un ataque atómico, y estaban listos para apretar el botón cuando al último minuto se detectaba que la supuesta armada atómica era en realidad un fenómeno meteorológico. El mundo estuvo varias veces por ir a la guerra nuclear, siendo el caso más grave el de la crisis de los misiles soviéticos en Cuba, en 1962. Ese permanente peligro de guerra se acabó en 1989, cuando gracias al líder de la Unión Soviética cayó el muro de Berlín y se liberaron las repúblicas satélites de Europa Central. Ese último gobernante fue Mijail Gorbachov, quien falleció el martes.

Dos años después se desintegró la Unión Soviética. Rusia, Ucrania y otros integrantes de la Unión se declararon repúblicas independientes; fue el fin de una época. A partir de 1991 el mundo pasó por un breve periodo en que los EE. UU. fue potencia hegemónica. En 2001 vino el ataque a las torres gemelas, y la atención de Washington se concentró en el Medio Oriente: el enemigo pasó a ser el terrorismo. En 2012 Xi Jinping asume como líder de China e inicia una nueva confrontación entre dos potencias nucleares.

Los historiadores consideran que la época que acabó en 1991 empezó en 1914...

Los historiadores consideran que la época que acabó en 1991 empezó en 1914, y a ese periodo de 78 años lo llaman “el corto siglo XX”. Gracias que no duró más. Fue particularmente sangriento. En 1914 falló el sistema de equilibrio de poder en Europa, se desencadenó una cruenta guerra de trincheras, de ataques con gases mortales. Murieron 20 millones. La guerra facilitó la cruenta revolución bolchevique en 1917 y el surgimiento de la Unión Soviética. En los veinte años entre el fin de la Primera Guerra Mundial (1919) y el inicio de la segunda (1939) el mundo vivió la Gran Depresión, una crisis económica pavorosa; y surgieron dos líderes que asesinaron a millones de personas: Hitler en Alemania y Stalin en la Unión Soviética. En la segunda guerra (1939-45) murieron al menos 40 millones y Europa quedó empequeñecida. En China bajo Mao en los años 50 murieron de hambre 35 millones.

No todo fue negativo en ese corto siglo XX. Colapsó el colonialismo. La India, África y el sudeste del Asia accedieron a la independencia. Se desacreditó la discriminación racial. Se reconocieron los derechos de la mujer, antes propiedad del padre o del esposo.

Este siglo XXI que se inicia en 1991 es de cambios tecnológicos vertiginosos. En 1991 las mayores empresas del mundo eran General Motors y Ford, ya que EE. UU. dominaba la industria automotriz; Exxon, la petrolera, e IBM por sus computadoras de oficina y personales. Hoy son Saudi Aramco, empresa petrolera de Arabia Saudita que reemplaza a Exxon, y tres del mundo digital: Apple, Microsoft y Amazon. El mundo mira al futuro.

Excepto por Vladimir Putin, nostálgico del corto siglo XX, que invade a Ucrania para restituir la Unión Soviética. (O)