Ya lo decía en su época Aristóteles: el hombre se define como un animal social y político en tanto necesita de la comunidad para sobrevivir y desarrollarse plenamente, así como participar en la vida pública, para alcanzar el bien común. De ahí que la idea de un ser humano aislado o solitario, autosuficiente, va en contravía a la propia naturaleza de las personas. En ese escenario, entonces, el entorno social juega un papel determinante en el crecimiento y determinación de la calidad de vida de la gente.
Precisamente para abordar un tema complejo y esencial como el descrito, José Castillo Celi, prestigioso intelectual y compositor lojano, con una amplia trayectoria profesional en el campo de la psicología y de la medicina natural, presentó su libro titulado El ser humano y su entorno, texto que cuenta con el auspicio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, institución que pese a las limitaciones presupuestarias cumple una tarea titánica en la difusión del pensamiento, manteniendo vigente el deseo de su mentor, Benjamín Carrión Mora, de presentar al Ecuador como una verdadera potencia cultural.
La obra recoge un amplio estudio de investigación realizado en el que se abordan temas relacionados con el ser humano y la evolución, su desarrollo intelectual, manejo de las emociones, así como de las patologías que afectan la salud mental de las personas, convertida –esta última– en una verdadera pandemia silenciosa que avanza velozmente y que está conectada al incremento de casos de depresión y ansiedad, problemas que se ocultan tras el tabú de las enfermedades mentales, lo que impide lamentablemente visibilizarlas y, sobre todo, enfrentarlas a tiempo, lo que deriva a veces en desenlaces fatales.
Para José Castillo, el hombre termina siendo una combinación de herencia y medioambiente; y, por lo mismo, “... el comportamiento es el resultado de la acumulación de todos los sucesos vividos en los que están intrínsecos sentimientos, complejos, debilidades, alegrías y entorno que influye para la formación de la personalidad (...), que es la forma característica con la que piensa, siente y se comporta una persona; incluye actitudes, valores y estilos conscientes junto a conflictos y mecanismos de defensa inconscientes”.
Tener claro este relacionamiento permitirá, sin duda, comprender de mejor manera la realidad social y buscar las respuestas a su problemática, entendiendo al hombre y su estrecha relación con su entorno social. Esto resulta vital, verbigracia, a la hora de proponer soluciones a temas delicados, como la violencia e inseguridad, para lo cual es necesario entender el delito desde el ámbito psicológico, económico y social, aspectos en los que precisamente se ahonda con interés en una de las partes explicativas de ese trabajo.
Y, desde luego, el papel que juega la familia en la construcción de una sociedad sana y fuerte es analizado con especial atención por parte del autor, ya que en el hogar se crean estrechos vínculos que proveen de seguridad y equilibrio emocional a los niños, así como las normas y buenas costumbres que se transmiten de padres a hijos. (O)











