La reelección de Donald Trump en periodo no consecutivo será histórica en la política estadounidense (antes solamente lo hizo Grover Cleveland). Además, su triunfo no solo representa un rechazo al establishment demócrata, sino que revela profundas transformaciones en el paisaje electoral americano. Aquí ciertas claves:
1. La insatisfacción como motor del cambio. Para Larry Jacobs (del Centro de Estudios de Política y Gobernanza, Escuela de Humphrey, Universidad de Minnesota), el triunfo se debió al hondo descontento con la dirección del país y el desarrollo de la economía. La desaprobación del 70 % de la gestión de Joe Biden fue un lastre para Kamala Harris en una batalla difícil, en la que se presentó como candidata del cambio, pero también heredera del legado Biden.
Trump: el mundo es ancho y muy ajeno
2. El factor de los indecisos. Las encuestas no calibraron el comportamiento del electorado indeciso (7 % o más). Este segmento terminó votando en contra del partido en el poder (así ocurre generalmente), perjudicando a Kamala.
3. La ruptura del voto demográfico tradicional. El aspecto más sorprendente del triunfo de Trump fue el apoyo significativo de los hombres latinos y afroamericanos, tradicionalmente asociados con el Partido Demócrata. El 54 % de los hombres latinos votó por Trump. Entre los hombres afroamericanos, el respaldo a Trump se duplicó en estados clave como Pensilvania, alcanzando el 24 %.
4. El mensaje económico vs. agenda social. Mientras Trump privilegió el mensaje económico, Kamala dedicó mucha atención a los derechos reproductivos de la mujer. Las encuestas confirmaron la efectividad de la estrategia de Trump: entre dos tercios y tres cuartos de los votantes expresaron su insatisfacción con la economía, y por ello respaldaron masivamente a Trump. Kamala no pudo retener los casi 12 millones de votos que Biden había conseguido para ganar en 2020.
5. El factor económico. Los votantes de clase trabajadora, independientemente de su origen étnico, sufrieron directamente el impacto de la inflación en sus vidas diarias. La nostalgia por la estabilidad económica del primer mandato de Trump resonó especialmente entre trabajadores de la construcción, el transporte y la manufactura.
6. La campaña fallida de Kamala. Ella emergió tras el demorado retiro de Biden y no pudo articular una propuesta convincente, más allá de presentarse como alternativa a Trump, su mensaje no conectó con las preocupaciones económicas del votante promedio.
7. La resiliencia de Trump. A pesar de múltiples acusaciones legales, Trump demostró gran capacidad de resiliencia política. Su mensaje de “América primero” y sus promesas de reforma económica destacaron más que las advertencias sobre amenazas a la democracia. Su campaña aprovechó efectivamente las redes sociales y los medios alternativos para eludir los canales tradicionales de comunicación.
El retorno de Trump no es un simple cambio de administración. Señala una transformación fundamental en la política estadounidense, donde las divisiones tradicionales de raza y etnia están reemplazándose por líneas de clase social y nivel educativo. (O)